lunes, 1 de octubre de 2012

'Muerte en primera clase', de J. M. Guelbenzu: un retorno a las raíces del género

Tras esta sensual portada se esconde una novela que nos remite a clásicos de la narrativa detectivesca como Agatha Christie, G. K. Chesterton o Wilkie Collins (a quien, de hecho, se hace referencia en varios pasajes del libro). A Christie nos recuerda por la figura de la protagonista, la jueza Mariana de Marco, que se desenvuelve entre los demás personajes de la trama como una aguda observadora que no cesa en su empeño por descubrir la verdad. También por el hecho de que 'Muerte en primera clase' es fundamentalmente un whodunnit?, en donde la identidad del asesino es una de las piezas clave de la lectura.

Pero la novela no es solo eso, y aquí encontramos la herencia de Chesterton, ya que Guelbenzu también retrata con acidez los tiempos que le ha tocado vivir, y aquí concretamente el mundillo de las altas esferas sociales, con banqueros, economistas y demás depredadores subacuáticos. El crucero por el Nilo en el que se embarcan Mariana y su amiga Julia, concebido como un viaje para establecer contactos de negocios, es la excusa perfecta para que el autor dé un repaso a todos aquellos individuos pudientes y orgullosos que se creen por encima del bien y del mal. La crítica vertida no es tan incisiva ni certera como la de la novela 'Crematorio', por poner un ejemplo, pero cumple bien su función a pesar de todo.

Por último, la herencia de Wilkie Collins la podemos encontrar en la capacidad de Guelbenzu para crear un enigma intrigante y bien hilado, que arranca en el citado crucero por el Nilo. Durante el trayecto, Carmen Montesquinza, una mujer de elevado rango social y notable fortuna, desaparece sin dejar rastro. Lo curioso es que mientras tenía lugar su desaparición, todo el pasaje estaba concentrado en admirar el espontáneo show erótico que se marca una jovencita durante una de las fiestas para los pasajeros. ¿Casualidad o algo más?


El hecho de haber citado estas influencias no quiere decir, ni mucho menos, que Guelbenzu no cuente con un estilo propio. Es una forma de acentuar el hecho de que nos encontramos ante una obra alejada de los cánones habituales de la novela negra contemporánea, y que retorna a las fuentes primigenias del género. Así, se trata de un libro de lectura ágil y entretenida, al que quizá le podamos echar en falta algo más de intensidad que nos incomode o haga revolvernos en el asiento.

No obstante, se agradece que 'Muerte en primera clase' nos dé justamente lo que promete, devolvernos a los crímenes considerados como un juego intelectual con una protagonista carismática como es Mariana de Marco, que desde las primeras líneas consigue ganarse nuestra más sincera simpatía.

3 comentarios:

  1. Me acaba de llegar hoy. A ver qué tal.

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  2. Si te ves con ganas de una novela de corte clásico, seguro que te motiva.

    Un saludo!

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  3. Le tengo reservado dedicarle una lectura secuencial para dentro de poco, o sea que no llegaré a la que posteas hasta dentro de bastante tiempo. A ver que tal.
    Saludos

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