jueves, 29 de diciembre de 2011

'El coleccionista', de William Wyler: del coleccionismo al secuestro hay un paso


Siempre había pensado que el mayor chiflado del cine de los 60 era el bueno de Norman Bates, a quien interpretó Anthony Perkins en la mítica 'Psicosis'. Pero ese "título honorífico" no queda tan claro después de visionar 'El coleccionista', la cinta que dirigió William Wyler en 1965 basándose en la novela homónima de John Fowles.

Freddie, el prota del filme encarnado por el actor Terence Stamp, es un joven retraído que vive en una enorme mansión en mitad de la nada y que dedica sus días al noble arte de coleccionar mariposas. Y vale, tal vez no le dé por travestirse ni apuñalar jovencitas en la ducha, como le ocurre a Norman, pero tampoco anda corto de traumas ni de ideas de bombero.

Y es que, además de coleccionar mariposas, a Freddie le da por empezar a acechar a una muchacha llamada Miranda. Un día decide pasar a la acción y la rapta, encerrándola en el sótano de su mansión. Esto ocurre en los primeros minutos de la cinta, y a partir de ahí asistimos al desarrollo de la relación entre víctima y secuestrador.

lunes, 26 de diciembre de 2011

'Los sauces de Hiroshima', de Emilio Calderón: Japón después de la bomba

Curioseando en la librería me topé con esta novela que no pude dejar escapar. Cualquier obra ambientada en el país del sol naciente suele llamarme la atención, y esta tenía además el añadido de enmarcarse en los años posteriores al lanzamiento de la bomba atómica, una época de profundos cambios para los japoneses, secuelas terribles y ocupación norteamericana.

El autor, Emilio Calderón, parte de una concienzuda documentación para mostrarnos cómo era el Japón de posguerra. De esta forma, asistimos a la evolución política y social que ha terminado desembocando en el país moderno y tecnológico que conocemos hoy. Pero ante todo, conocemos cuál fue la situación de los "atomizados", nombre que se adjudicó a los supervivientes de las catástrofes de Hiroshima y Nagasaki.

Personas que no sólo sufrieron por la pérdida de sus seres queridos y de sus posesiones, sino que también sufrieron el rechazo de sus compatriotas, ya fuera por miedo al contagio o a que pudieran transmitir las secuelas físicas y mentales de la bomba a sus descendientes. Personas olvidadas por el gobierno y las instituciones, decididos a cerrar viejas heridas y mirar al futuro sin importar quién pudiera quedarse por el camino.

jueves, 13 de octubre de 2011

'The Killing': una serie que arranca con buen pie


Ayer aterrizó en La Sexta 'The Killing', una nueva serie de corte policíaco que ha venido acompañada en su promoción por el apelativo de "la 'Twin Peaks' del siglo XXI". Y bueno, similitudes hay. Para empezar, que ambas series se centran en el asesinato de una adolescente (Laura Palmer en el caso de la ficción de David Lynch; Rosie Larsen en el que hoy nos ocupa), y que su elaborada trama gira en torno a dicho crimen, no a la resolución de asesinatos exprés que han puesto de moda otras producciones como 'C.S.I.' o 'Bones', lo cual permite mayor profundidad tanto en la intriga como en los personajes.

Pero aquí terminan las coincidencias, ya que 'The Killing' apuesta por el realismo y la crudeza, frente a la estética a lo años 50 de 'Twin Peaks' y sus coqueteos con lo raruno o lo directamente sobrenatural. En ese sentido, 'The Killing' es menos original y atrevida en su concepción, pero a cambio gana puntos en coherencia, y no creo que termine perdiendo el norte como le ocurrió a la serie de Lynch cuando rebasó la primera decena de episodios.

'The Killing' está basada en una serie danesa titulada 'Forbrydelsen' y nos transporta al entorno frío y gris de la ciudad de Seattle. La desaparición de Rosie Larsen pone en marcha los engranajes de una investigación conducida por los detectives de homicidios Sarah Linden y Stephen Holder.

martes, 30 de agosto de 2011

'No se lo digas a nadie', de Harlan Coben: un thriller que no da respiro

La lectura de 'No se lo digas a nadie' ha supuesto mi primer contacto con Harlan Coben, autor nacido en Nueva Jersey conocido sobre todo por su serie dedicada al investigador Myron Bolitar. Esta novela en cambio discurre por otros derroteros y nos presenta a David Beck, un joven médico cuya mujer fue asesinada ocho años atrás.

Resulta que cada año David y su mujer Elizabeth acudían al lago donde se dieron su primer beso y repetían el morreo a modo de ritual romántico. Durante su última visita al lago, Elizabeth desaparece mientras David es golpeado por un desconocido, dejándolo inconsciente. La investigación posterior terminó apuntando como culpable a un asesino en serie apodado KillRoy, el cual espera su destino en el corredor de la muerte.

Sin embargo, al inicio de la novela David recibe un extraño e-mail con unas instrucciones y un código que sólo él y Elizabeth podrían conocer. Incluye también una inquietante frase: "no se lo digas a nadie". ¿Quién puede andar detrás de todo esto?

viernes, 26 de agosto de 2011

'Desgracia', de J M Coetzee: disección de los instintos más primarios

Aunque no se pueda etiquetar 'Desgracia' como una novela estrictamente negra, su crudeza, los temas que trata y la profundidad de sus personajes la hacen encajar a la perfección en el tipo de lecturas que conforman el leitmotiv de este blog. Su autor, J. M. Coetzee, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2003, y tras leer obras como esta, nadie puede dudar que los académicos dieron en el clavo con su elección.

'Desgracia' hace honor a su título mostrándonos por una parte la cara más oscura de la vida rural en Sudáfrica, y por otra, las consecuencias de que el ser humano se deje llevar por sus instintos más primarios. Coetzee escogió como protagonista a un profesor universitario cincuentón, llamado David Lurie, que imparte clases en Ciudad del Cabo.

Un affaire con una joven alumna le hará perder su puesto y acabar asentado en la granja que regenta su hija Lucy en Grahamstown, localidad rural habitada en su mayoría por población negra, en contraste con la occidentalizada Ciudad del Cabo de la que proviene. El choque cultural es, pues, más que notable, y David tendrá que hacerse poco a poco a las normas de convivencia que rigen en el lugar

miércoles, 17 de agosto de 2011

'El chef ha muerto', de Yanet Acosta: una novela negra gastronómica

Curioseando por la librería me encontré con este libro titulado 'El chef ha muerto', la opera prima de la escritora y periodista canaria Yanet Acosta. ¿Una novela negra ambientada en el mundillo de la alta cocina? Vaya, eso hay que leerlo. Así que movido por la originalidad de su premisa, me lo llevé directo a mi estantería.

La novela arranca con la muerte de un prestigioso chef español que en los últimos años ha innovado por completo el concepto de cocina moderna. Su muerte se produjo en Corea, atragantándose con la ingesta de un pulpo vivo. ¿Un accidente o tal vez un asesinato? Eso es lo que tendrá que dilucidar el protagonista, el detective Ven Cabreira, que es contratado por una compañía de seguros.

Durante su investigación, Ven tendrá que visitar diferentes restaurantes, entrará en contacto con personajes a cual más peculiar (como la ayudante del chef, que transforma su experiencia vital en recetas; o la periodista gastronómica Lucy Belda), y probará diferentes platos demasiado sofisticados para su paladar disfuncional.

jueves, 28 de julio de 2011

'Mitología de Nueva York', de Vanessa Montfort: cuando la ficción es la realidad

'Mitología de Nueva York' me ha tocado la fibra. En serio. Porque se nutre de los cómics, del cine, de la literatura, de todo eso que me vuelve loco y que aquí queda plasmado en sucesivos guiños, enumerados incluso al final de la obra (alguno me he dejado, buena razón para una relectura ocasional). Y todo ello con el marco mágico de Nueva York, o la Ciudad Ficción como aquí la llaman, ese mundo dentro de nuestro mundo con tantos atractivos y alicientes como personas se acercan a él.

Igual que Grecia y Roma nos legaron su mitología, Nueva York tiene la suya propia. Superhéroes que surcan sus calles y sobrevuelan sus rascacielos, y en esta novela se habla de héroes, pero más bien de los héroes de a pie. Aunque también de villanos, de monstruos, tan temibles como los que surgen de las viñetas y el papel satinado.

El libro de Vanessa Montfort nos encandila desde el primer momento, planteándose como un juego que desemboca en la significativa página 418 que se nos anuncia al poco de empezar. La forma de narrar es igual de original, alternando entre la primera persona del personaje protagonista, Dan Rogers, y la tercera del escritor que cuenta sus peripecias, Abbott. Un tercer elemento se suma para completar el triángulo: el personaje de Laura, al que iremos descubriendo poco a poco.

jueves, 21 de julio de 2011

'El hipnotista', de Lars Kepler: cuando el mal surge de lo cotidiano

Ya sabemos cómo se las gastan los nórdicos a la hora de facturar novela negra, y aunque el boom de Stieg Larsson ha traído consigo bastante morralla, lo cierto es que en general el nivel anda muy alto por esas frías tierras. Un buen ejemplo lo encontramos en 'El hipnotista', de Lars Kepler, pseudónimo utilizado por un matrimonio de escritores suecos.

La historia arranca en Estocolmo, con el cruento asesinato de una familia. Sólo queda un superviviente, Joseph, de quince años. Su testimonio puede ser vital para la investigación, pero las heridas que sufre son tan graves que resulta imposible realizarle un interrogatorio tradicional. Es entonces cuando Joona Linna, detective de la policía judicial, decide recurrir a un hipnotista.

Erik Maria Bark lleva una década sin ejercer, pero en vista de la gravedad del asunto, accede a hipnotizar a Erik. De esta forma empezamos a descubrir qué se oculta tras esta masacre, si bien sólo es un pequeño hilo de la enmarañada madeja que compone esta absorbente novela.

Erik se va convirtiendo progresivamente en el personaje central de la obra. Nos adentramos en su pasado, en su carácter y en su vida personal. Especialmente en la relación con su mujer, Simone. Los autores demuestran tener muy buen ojo para plasmar la psicología de ambos personajes, profundamente humanos, contradictorios, sensibles.

lunes, 18 de julio de 2011

'Ojos de agua', de Domingo Villar: Galicia se viste de negro

La mágica Galicia como telón de fondo. Una torre residencial junto a la playa. Un muerto, asesinado, y saxofonista para más señas. Un misterio que empieza a tejerse envuelto por acordes de jazz y que deberá ser resuelto por el inspector Leo Caldas.

Como tantos otros policías de la novela negra, Caldas es un personaje melancólico y solitario, que recuerda en muchos detalles al Pepe Carvalho que nació de la pluma de Vázquez Montalbán, y como detalle curioso, además conduce un consultorio radiofónico. Pero lo más destacable de Leo Caldas es que es gallego hasta la médula, de esos que, como reza el dicho, si te lo encuentras en una escalera no sabes si sube o si baja.

Su personalidad es uno de los principales atractivos de 'Ojos de agua', la primera novela de Domingo Villar. Más aún cuando se muestra en contraposición al carácter de su ayudante Rafael Estévez, aragonés de pura cepa. El contraste entre ambos los convierte en un tándem divertido, entrañable y, sobre todo, muy efectivo.

viernes, 15 de julio de 2011

'Filthy Rich', de Azzarello y Santos: los caprichos de una niña rica

Vertigo es un sello de la editorial DC Comics dedicado a la publicación de cómics dirigidos a un público adulto. Recientemente inauguraron una nueva línea llamada Vertigo Crime, centrada en el cómic negro, para lo que han contado con autores muy duchos en el género y con un formato más próximo al de una novela que al del comic-book tradicional. 'Filthy Rich' (publicada en España con el feo título de 'Asquerosamente rica' y en un formato más grande que el original) fue uno de sus primeros lanzamientos.

El cómic cuenta con un guión de Brian Azzarello, escritor que conoce bien el género gracias a obras como ’100 Balas’, ‘Joker’, sus aportaciones en ‘Hellblazer’... El dibujo es obra de un español, Víctor Santos, que también ha demostrado con series como ‘Pulp Heroes’ que tiene buena mano para recrear la atmósfera necesaria para esta clase de narraciones.

El cómic nos cuenta la historia de Richard Junkin, una estrella del fútbol americano en su época de estudiante cuya carrera se fue al traste por una lesión y por un escándalo con unas apuestas. En la actualidad trabaja como vendedor de coches, una labor en la que no destaca especialmente. Richard vive atormentado por el pasado y por los sueños de lo que podría haber llegado a ser si las cosas hubieran ocurrido de otro modo. Pero no le queda más remedio que afrontar la realidad, una realidad que se torcerá bastante cuando reciba el encargo de vigilar a la hija de su jefe: una niña rica aficionada a las salidas nocturnas y a copar las portadas de la prensa amarilla de la ciudad.

miércoles, 13 de julio de 2011

'Un cadáver a los postres', de Neil Simon: una parodia de culto

Un excéntrico millonario, de nombre Lionel Twain e interpretado por el grandísimo escritor Truman Capote, decide invitar a una cena en su mansión a los cinco detectives más célebres del mundo. Twain anuncia que esa noche y ante sus mismas narices se producirá un asesinato, y los reta a resolverlo ofreciendo de paso un millón de dólares al detective que se alce con la solución.

Atraídos por el peso de la pasta y de sus respectivos egos, los cinco detectives acuden a la siniestra cita. Cada uno de ellos responde a un arquetipo de los habituales en el género policíaco, como son el tipo duro a lo Sam Spade; el detective sobrio y elegante a la manera de Hercules Poirot; el detective asiático que recuerda al investigador Charlie Chan, que surgió de la pluma de Derr Biggers en los años 20 del siglo pasado; o la perspicaz mujer inspirada en la Miss Marple de Agatha Christie.

Así, todos estos personajes son un reflejo paródico y humorístico de los protagonistas más recordados de la literatura policíaca clásica. Cada uno cumple con su rol en el juego planteado por Twain, pero claro, son algo más patosos y estrambóticos que los originales, por lo que la diversión está asegurada en esta película desde el comienzo.

lunes, 11 de julio de 2011

'La trilogía de Nueva York', de Paul Auster: los vaivenes de la identidad

Paul Auster es un autor que cuenta con una enorme admiración y aceptación por parte de los lectores, un éxito que a veces puede colgarle la etiqueta de "sobrevalorado", pero que tampoco eclipsa el evidente talento y la personalidad del escritor de Nueva Jersey.

Una de las obras que lo encumbró al olimpo de las letras es esta 'Trilogía de Nueva York' que hoy nos ocupa, compuesta por tres novelas cortas independientes pero conectadas entre sí, no sólo por ciertos guiños narrativos, sino también por tratar temas y reflexiones comunes.

En la primera de ellas, 'Ciudad de cristal', un escritor de novelas de misterio recibe una llamada (en la que preguntan, nada menos, que por un detective llamado Paul Auster) y termina embarcado en la investigación de un caso en donde la identidad personal y el lenguaje juegan bazas fundamentales. En la segunda, 'Fantasmas', viajamos a los años 40 para conocer a un detective que recibe el encargo de vigilar a una persona e informar de todos sus movimientos. Pero tal vez él no sea el único vigilante. Y en la tercera, 'La habitación cerrada' (para mi gusto la más redonda de las tres) el protagonista sigue la pista de un amigo de la infancia cuyo legado personal y literario queda de repente en sus manos.

miércoles, 6 de julio de 2011

'Los desesperados', de Mezzo & Pirus: personajes al borde del infierno

Vale más renunciar a las ambiciones antes de caer aún más bajo. Hay que volver al origen… Y es duro, Tim, volver junto a los que habían pronosticado tu fracaso.

Qué razón tiene Jacques Coutances, prota de esta historia, al decir estas palabras. Pero su reencuentro con su madre y su pueblo natal será algo más que duro, porque él no es el único que se trae algunos asuntos sucios entre manos, y su oscuro pasado junto a su progenitora no perderá la ocasión de salir de nuevo a la luz para tocarle un poco las pelotas.

‘Los desesperados’ es un cómic que no da respiro al lector, que empieza a dispararnos acontecimientos como una recortada desde el momento en que Jacques vuelve a poner el pie en Crystal, el pueblucho de su infancia. Todo comienza con el atraco a un banco y, como en las buenas historias de serie negra, el infierno no sólo está a la vuelta de la esquina, sino que además los personajes no harán otra cosa que tomar las decisiones equivocadas que terminarán llevándolos irremediablemente hacia él.

Aunque toda la narración gire principalmente en torno a Jacques y su disfuncional familia (y con este adjetivo, os aseguro que me quedo corto), hay momentos en que casi podemos hablar de una historia coral, pues hay muchos otros personajes que vienen a pasear sus miserias por las páginas del cómic. Están el soplón Clayton, la encarnación misma de una comadreja; el seboso y chanchullero sheriff Blocker; y el ambicioso Kendrick, entre otros tantos.

lunes, 4 de julio de 2011

'El cebo', de José Carlos Somoza: asesinos a merced de Shakespeare

En las novelas que he leído de José Carlos Somoza hay varios puntos en común. Primero, una trama detectivesca, o cuanto menos intrigante, que sirve de columna vertebral para los personajes y reflexiones que nos presenta el autor. Segundo, la introducción de algún elemento fantástico o fuera de lo corriente que aporta una cierta sensación de irrealidad a la obra. Y por último, una estrecha relación con alguna disciplina artística, como pueden ser el cine ('La ventana pintada'), la literatura ('Dafne descanecida') o como en el caso que hoy nos ocupa con 'El cebo', el teatro.

'El cebo' nos transporta a un futuro cercano en el que el estudio de la conducta humana está mucho más avanzado que en nuestros días. Hasta el punto de que se han desarrollado técnicas que permiten activar y manipular el deseo de las personas, sirviéndose de un método basado en el teatro de Shakespeare.

Diana Blanco es una de las personas, conocidas como "cebos", que se sirven de estas técnicas para atraer y capturar a los peligrosos asesinos y psicópatas que andan sueltos por la ciudad. Basta con un gesto, una mirada o una pequeña representación para activar todos los centros de placer de estos criminales y tenerlos a su merced.

jueves, 30 de junio de 2011

Siete razones para flipar con 'Seven'


La figura de los asesinos en serie se ha paseado por infinidad de películas norteamericanas, cosa que no es de extrañar en vista de la cantidad de psicópatas que han surgido de la tierra del Tío Sam, así como por la fascinación que despiertan entre el público.

De todas estas películas, y aun a riesgo de dejarme otras obras de gran calidad, si tuviera que quedarme con una sola, la elegida sería 'Seven'. Sin duda. Son muchas las razones que justifican el visionado y revisionado de la cinta que David Fincher estrenó en 1995, pero para mantenernos fieles al título, vamos a quedarnos hoy con siete de ellas.

1. Por todos y cada uno de los pecados capitales: qué os voy a decir, pecar nos encanta, y si son capitales, mucho mejor. Gula, lujuria, ira... a cual un pasatiempo más saludable y divertido. Ahora bien, desde que vimos lo que le puede pasar a quienes incurren en estas faltas, tal vez nos lo pensemos dos veces. Ahí está una de las claves: que las víctimas sean personas normales y corrientes (bueno, el súper-gordo de una de las escenas quizá no sea tan normal), eso es lo que hace aún más inquietantes esta clase de historias.

miércoles, 29 de junio de 2011

'Sorry', de Zoran Drvenkar: cuando los muertos requieren una disculpa

Zoran Drvenkar es un tipo peculiar. Nació en Croacia pero con apenas tres años se lo llevaron a vivir a Berlín, donde imagino que se empapó del característico sentido del humor y de la vida que tienen los alemanes. Ahora vive prácticamente aislado en una población cercana a la capital germana, Wustermark, desde donde lanza sus poderosos escritos. Otra curiosidad: saltó a la fama en el mundillo literario con obras dirigidas al público infantil y juvenil, pero después de leer 'Sorry', cualquiera lo diría.

Y es que esta novela, el primer thriller surgido de su pluma y que ya le ha granjeado multitud de éxitos, es una obra muy dura, retorcida e impactante. Arranca con una premisa cuanto menos llamativa: cuatro jóvenes berlineses que se quedan en paro y deciden formar una agencia que se dedica a disculparse en nombre de sus clientes por las pequeñas crueldades cotidianas que hayan podido cometer.

Por ejemplo, si le hemos hecho alguna putada a nuestra novia, basta pegarles un telefonazo para que vayan a disculparse con ella e intenten encarrilar las cosas. Sí, la premisa es un tanto estrambótica, pero funciona, resulta creíble, y ya cuando se complican las cosas nos resulta imposible abandonar la lectura.

martes, 28 de junio de 2011

'Holmes', de Cecil & Brunschwig: la cara oculta del detective más famoso del mundo

La versión oficial nos cuenta que Sherlock Holmes encontró la muerte al precipitarse por la cascada de Reichenbach, en Suiza, durante una encarnizada lucha con su archienemigo el profesor Moriarty. Así lo cree al menos el doctor Watson al principio de esta historia. Pero incapaz de aceptar la ingrata suerte corrida por su compañero de aventuras, y a la vista de ciertos acontecimientos, el buen doctor decide emprender una investigación en compañía del joven Wiggins, antaño niño callejero y ahora llamado a ser el sucesor de Holmes.

A lo largo de su investigación, Wiggins y Watson descubrirán detalles ocultos e inesperados sobre la vida y la personalidad de Sherlock. Entrarán en contacto con su familia, repasarán su biografía y descubrirán que todo lo que creían saber sobre el temible profesor Moriarty, podría no ser del todo cierto. Y nosotros lo descubriremos también, a través de una lectura muy entretenida orquestada por Cecil y Brunschwig.

La nueva visión que se nos da de Sherlock Holmes en este cómic no sólo sorprende en más de una ocasión, también espolea nuestras creencias sobre el personaje y nos deja expectantes sobre las revelaciones que llegarán a continuación. Hay que decir que por impactantes que parezcan algunas de estas revelaciones sobre Holmes, los autores las hacen siempre desde un profundo conocimiento y respeto al personaje.

lunes, 27 de junio de 2011

'Uno de los nuestros', de Martin Scorsese: una vida dedicada al crimen


El mundo de la mafia y el crimen organizado ha sido retratado en multitud de obras de ficción, en donde uno de los puntos más interesantes es conocer los entresijos de estas organizaciones y la vida privada de aquellos que se rigen por normas al margen de la legalidad. Es el caso, por ejemplo, de 'El Padrino' (tanto la novela de Puzo como la peli de Coppola), de la serie televisiva 'Los Soprano' o de 'Gomorra', la obra con la que Roberto Saviano destapó innumerables secretos de la Camorra, provocando que incluso pusieran precio a su cabeza.

La peli que quiero rescatar con este post se incluye entre los grandes clásicos del cine de mafia. Dirigida por Martin Scorsese, uno de los gurús del noir contemporáneo, se basa en un libro de investigación titulado 'Wiseguy' y escrito por Nicholas Pileggi, que también participó en el libreto del film.

El libro contaba la historia de un gángster norteamericano llamado Henry Hill, que se crió en un barrio obrero de la zona de Brooklyn. Allí fue testigo de las actividades de la familia Lucchese, y ya desde pequeñito tuvo la certeza de que lo suyo era ser gángster. Cegado por las ansias de conseguir dinero, mujeres, poder y respeto, comenzó a introducirse poco a poco en la organización hasta terminar ocupando un cargo importante.

'Sin City', de Frank Miller: bienvenido a la ciudad del pecado


Frank Miller firmó esta fabulosa obra cuando todavía era uno de los putos amos del 9º arte. Las historias que componen el conjunto de 'Sin City' (autoconclusivas, pero con ciertos puntos de unión entre ellas) beben de la mejor tradición del hard-boiled, de la fotografía del cine negro de los 40 y del lado más violento y atormentado del género. Personajes y situaciones límite que se despliegan ante nuestros ojos dejándonos un regustillo metálico en el paladar y un olor a pólvora en las fosas nasales.

La venganza es plato habitual en los diferentes arcos argumentales del cómic, especialmente en el primero, 'El duro adiós', cuando su brutal protagonista emprende la búsqueda del asesino de la muchacha con quien compartió cama y soledad. Otros puntos comunes entre ellas son las altísimas dosis de violencia, los diálogos rudos y el hecho estar narradas en primera persona por los propios protagonistas, con gran abundancia de textos de apoyo que, pese a todo, no hacen pesada la lectura.

Son historias con mucha fuerza que te anudan el estómago y te congelan el aliento, si bien no son en realidad los guiones el punto fuerte de 'Sin City'. Si por algo este cómic es indispensable es por su magistral uso del blanco y negro, de los claroscuros, sugiriendo siluetas en lugar de perfilarlas por completo.

Este peculiar grafismo configura la atmósfera perfecta para adentrarnos en la cruenta realidad de la ciudad del pecado. Un entorno blanquinegro salpicado en ocasiones por otros tonos diferentes, como el amarillo en el caso de la historia 'Ese cobarde bastardo', en donde Miller juega con el significado de yellow, que también puede entenderse como “cobarde” en inglés.

martes, 21 de junio de 2011

Acantilado publica 'Cómo escribir relatos policíacos', de G. K. Chesterton

'El candor del Padre Brown' fue uno de los primeros libros que traduje, y gracias a ello me sumergí en la particular visión del género policíaco que tenía G. K. Chesterton. En sus relatos siempre había un misterioso crimen por resolver, pero a la postre lo verdaderamente importante no era su resolución, sino conocer a los personajes que pululaban por sus páginas y, sobre todo, disfrutar de la visión que tenía el autor de la sociedad en la que le tocó vivir.

Los enigmas planteados por Chesterton no eran tan sesudos y racionales como los de Conan Doyle en sus inmortales escritos sobre Sherlock Holmes, ni tenían el enrevesado ingenio de las novelas de Agatha Christie. El encanto radicaba en las agudas observaciones de su protagonista, el Padre Brown, lo más lejano a un detective al uso que nos podamos encontrar; y es que eso de que un cura resuelva asesinatos puede sonar a chiste, pero no, el carisma del personaje disipa cualquier duda sobre su protagonismo en obras de este tipo.

Pero antes de irme más por las ramas, vamos al verdadero motivo (¿o debería decir móvil?) de este post: la publicación por parte de Acantilado del libro 'Cómo escribir relatos policíacos', noticia que me he encontrado mientras surfeaba por Papel en Blanco. Un título que en cierto modo puede llevar a equívoco, ya que no es tanto una guía para escritores noveles, como una recopilación de ensayos que el autor publicó en diferentes medios acerca del género policíaco.

'El poder del perro', de Don Winslow: el escalofriante mundo del narcotráfico

A través de los medios de comunicación hemos podido atisbar parte de lo que se cuece en el mundo del narcotráfico, las guerras entre clanes y la lucha policial que se desarrollan en Latinoamérica. Y digo atisbar porque al tratarse de un universo tan complejo, con tantos intereses por evitar que ciertos asuntos y detalles salgan a la luz, resulta imposible saber a ciencia cierta qué ocurre exactamente en las entrañas del crimen organizado.

Una buena manera de ir más allá de lo que se nos cuenta a través de los periódicos, blogs o telediarios, es sumergirse en esta obra de Don Winslow. 'El poder del perro' es una novela coral cuya trama arranca en 1975 y se extiende hasta nuestros días, presentándonos a diferentes personajes que están relacionados de un modo u otro con el mundo del narcotráfico.

Tenemos en primer lugar al investigador Art Keller, miembro de la DEA (agencia norteamericana que combate el tráfico de drogas), que hace todo lo posible, aun a costa de su propia vida personal, para acabar con el cártel de los hermanos Adán y Raúl Barrera, que también son dos importantes personajes de la obra, especialmente el primero, al que llegamos a conocer muy bien.

lunes, 20 de junio de 2011

'L.A. Noire': lucha contra el crimen en la meca del cine


Ayer terminé de pasarme el 'L.A. Noire' y me dejó tan buen sabor de boca que no he podido resistirme a hacerle una mención aquí. Para quien no lo conozca, un par de detallitos: 'L.A. Noire' es un videojuego de acción en tercera persona con toques de aventura gráfica de toda la vida, creado por la gente de Team Bondi y Rockstar ('Grand Theft Auto', 'Red Dead Redemption'...). Nos pone en la piel de Cole Phelps, joven inspector de policía que va ascendiendo dentro del cuerpo de Los Ángeles, pasando por distintos departamentos: Tráfico, Homicidios, Antivicio e Incendios.

No voy a entrar en la jugabilidad o el magnífico acabado gráfico de 'L.A. Noire' (deslumbrante la expresividad de los personajes), pues es terreno de otros blogs especializados. En su lugar, me centraré en la ambientación y el tono del juego, en los detalles que lo hacen atractivo para cualquier amante del género negro.

La acción nos transporta a la ciudad de Los Angeles, al ambiente de posguerra del último tercio de la década de los 40. Pese a que el desarrollo de la trama sigue un hilo determinado, sin tener tanta libertad de movimiento como en otros juegos, tenemos la oportunidad de recorrer la ciudad durante los casos, y comprobar así con cuánto mimo y detalle se ha recreado: desde los edificos lujosos del centro hasta las casas bajas de las afueras, pasando por carteles publicitarios, marcas comerciales... Además se incluye un total de 30 lugares importantes que podemos descubrir durante la aventura, entre ellos, el cine RKO, el Museo de Arte de L.A., el edificio Bradbury...

viernes, 17 de junio de 2011

'American Psycho', de Bret Easton Ellis: definiendo al psicópata del nuevo milenio

Mi primer contacto con 'American Psycho' fue a través de su adaptación cinematográfica, con Christian Bale en el papel de Patrick Bateman. Por entonces era un chavalete, y claro, ver a un yuppie neoyorquino haciendo pupita a todo bicho viviente que se cruzaba en su camino es algo que me dejó prendado.

Pero mi sorpresa fue mayor cuando finalmente me leí y la novela y vi que, en comparación con ella, la peli era casi como un inofensivo film Disney. ¡Menudo salvajismo! Easton Ellis siempre se ha caracterizado por ser un autor polémico y cañero, pero aun cuando no he leído todas sus obras, creo que no hay ninguna que llegue al nivel bestiajo de 'American Psycho'.

Esto no quiere decir que sea un gran novela, pues más allá del efectismo de ciertas escenas, ni la construcción de la trama ni el resultado en su conjunto son como para pasar a la historia de la literatura negra. Pero tiene un protagonista magnífico, definido a la perfección, y sólo por ello vale la pena echarle un vistazo.

jueves, 16 de junio de 2011

'Muerte de una heroína roja', de Qiu Xiaolong: un detective literato en una tierra de contrastes

Podría ponerme a echarle flores a la saga del inspector Chen Cao y no terminar nunca, y es que sus novelas son un manjar cargado de contrastes: entre Oriente y Occidente, entre la crudeza de los crímenes presentados y el lirismo de otros pasajes, entre la lucha por el bien común y la defensa del propio individuo... Tantos contrastes, en resumen, como la China contemporánea en la que se ambientan sus historias.

Una China que Qiu Xiaolong retrata desde la distancia, ya que lleva viviendo en EE.UU. desde finales de los 80, pero lo hace sin amargura, y dejando que sea el lector quien saque sus conclusiones sobre el modo de vida, la tradición, la filosofía y el sistema político de su país.

Por su parte, el inspector Chen Cao no es un detective de novela negra al uso. Es solitario e introspectivo, pero no tan atormentado como otros personajes. Tampoco es cínico ni violento, y aunque su trabajo le obligue a lidiar con la realidad más dura de su Shanghai natal, es propenso a soñar despierto y a pensar en términos literarios más que criminológicos.

No en vano, Chen escribe poesía y traduce novelas policiacas en su tiempo libre. La narración está plagada de multitud de fragmentos de textos de poetas clásicos chinos, aportando un toque de distinción y de elegancia a sus novelas, que resultan adictivas y deliciosas al paladar.

miércoles, 15 de junio de 2011

'Tarántula', de Thierry Jonquet: retorcida, breve e intensa


Mucho se ha dicho y escrito sobre la figura del cirujano plástico, cuyas manos son capaces de moldear cuerpos, transformar apariencias e imponer su criterio a los caprichos, hasta ahora irremediables, de la naturaleza. Una figura ensalzada en estos tiempos de culto al cuerpo y a la apariencia física, que fascina e inquieta al mismo tiempo por las cosas que es capaz de hacer desde un quirófano armado con su bisturí.

No es de extrañar, por tanto, que la lectura de 'Tarántula' resulte tan turbadora. La novela nos cuenta la historia de un respetable cirujano llamado Richard Lafargue, y del complejo triángulo que forma con dos mujeres: su hija, encerrada en un manicomio; y la joven y sensual Ève, a la que acogió en su mansión pero la trata con un absoluto desprecio.

El autor, Thierry Jonquet (tristemente fallecido hace un par de años, cuando apenas tenía 55), teje una trama en la que estos tres personajes tienen mucho en común, y en la que también juega un papel importante un ladrón que huye escondiéndose de la policía. Y prefiero no contar más, pues no son pocas las sinopsis que he leído de esta obra en las que se destripa por completo el principal giro argumental de la historia. Mejor descubrirlo por uno mismo.

martes, 14 de junio de 2011

'Winter's Bone', de Debra Granik: radiografía de la América profunda


Basándose en la novela homónima de Daniel Woodrell, la directora Debra Granik nos ofrece este viaje por las entrañas de la América sureña y rural, la América cuyo espíritu y entorno describieron Hank Williams y Johnny Cash en sus canciones. Una tierra plagada de cabezas de ganado, mujeres tan rudas como sus hombres, madres adolescentes, familias pobres pero enormemente trabajadoras... Una tierra donde la realidad te golpea el rostro sin piedad.

'Winter's Bone' arranca con un tono costumbrista y reposado para adentrarnos poco a poco en la vida de su protagonista, la joven Ree Dolly (interpretada magistralmente por Jeniffer Lawrence). Tras la desaparición de su padre, Ree vive al cuidado de su madre (aislada en su propia cárcel mental) y sus dos hermanos pequeños. Un día, el sheriff acude a su casa y les informa de que su padre, que había salido en libertad bajo fianza tiempo atrás, deberá presentarse a juicio. De no hacerlo, Ree y su familia perderán su casa, que había sido empleada como aval para la fianza.

La muchacha emprende entonces la búsqueda de su padre, para lo que entra en contacto con los personajes menos recomendables de su comunidad. El ritmo de la narración no pisa el acelerador en ningún momento, pero la tensión se palpa en el ambiente, nos encoge el estómago, y nos quedamos enganchados hasta la resolución.

lunes, 13 de junio de 2011

'Fishtown', de Kevin Colden: un cómic estremecedor

'Fishtown' inició su andadura en la red en forma de webcomic hasta que dio el salto al papel de la mano de IDW. Su creador, Kevin Colden, se inspiró en la estremecedora historia de cuatro adolescentes que asesinaron a otro joven en Fishtown, un pequeño barrio de Philadelphia, para construir este cruento testimonio de los abismos más oscuros de la naturaleza humana.

Los hechos ocurrieron tal y como se nos describen en el cómic, rescatados a través de las declaraciones de los implicados y de las informaciones de la prensa. Los cuatro adolescentes, tres chicos y una chica, planearon el asesinato del quinto chico para robarle los 500 dólares que cobraba por su trabajo en una obra. La chica, que llevaba tiempo flirteando con él, fue la encargada de atraerle hasta un lugar apartado en donde los demás consumaron el terrible crimen. Una vez cometido, se repartieron el dinero y lo fundieron rápidamente en drogas durante los siguientes días.

No obstante, lo que nos encontramos en ‘Fishtown’ no es una simple recreación de los hechos. Lo que el autor ha querido hacer es un análisis (en el que la ficción también juega un papel importante) de las motivaciones y personalidades de los cuatro jóvenes que perpetraron el crimen. ¿Fueron esos 500 míseros dólares la única razón que los movió a hacerlo? ¿Fue el abuso de las drogas? ¿Qué relación había entre ellos y cómo explican sus terribles actos? Estas son las preguntas que trata de resolver Kevin Colden en las páginas de este tomo.

'Pasado perfecto', de Leonardo Padura: el detective y su isla

Leonardo Padura nos ofrece con sus novelas un retrato hermoso, sugerente y agridulce de La Habana, la ciudad que lo vio nacer, concretamente en el barrio de Mantilla. Un retrato que se centra en lo cotidiano, en las personas que la habitan y en la realidad cubana, lejos del panfleto político de otros autores o medios de comunicación. La intención de Padura es reflejar las grandezas y miserias de su generación, así como la profunda sensación de melancolía que ha quedado grabada en tantos y tantos cubanos.

El vehículo para presentar todas estas ideas es el detective Mario Conde, cuyo nombre nos resulta más que familiar a los lectores españoles. Mario soñaba con ser escritor, con escribir un libro "escuálido y conmovedor", pero las vueltas de la vida terminaron encontrándole un hueco en la policía. De este modo, Mario debe enfrentarse día a día con la más cruda realidad, que poco a poco va minando el espíritu soñador e idealista que tuvo el personaje durante su adolescencia.

'Pasado perfecto' es la primera entrega de la tetralogía protagonizada por Mario Conde, titulada 'Las cuatro estaciones'. Es una novela ambientada en el suave pero desolador invierno de La Habana, y arranca con la descripción más certera y original de una resaca que jamás se haya escrito. Y es que el gusto de Mario por el ron va más allá de lo aconsejable, pero sin este brebaje tal vez no podría soportar la presión de su soledad, de su falta de amor, y de ver cómo sus sueños y los de sus amigos de la infancia no han terminado de cumplirse con el paso de los años.

viernes, 10 de junio de 2011

Harlem Blues

"You can't kill me, I was born dead" - Big L

Ilustración por Juan Luis Albandea
Relato publicado originalmente en Hip Hop Life

Aspiró una larga calada para templarse el pulso. Llevaba más tiempo del que recordaba sentado en un banco de aquel patio interior, rodeado por los inmensos bloques de ladrillo de la zona oeste de Harlem. Habían pasado casi tres horas desde el ocaso y las gélidas temperaturas de febrero no animaban demasiado a salir a la calle. Por ello, nuestro hombre apenas vio pasar a un par de padres de familia que regresaban al calor del hogar, que probablemente lo tomaran por un vagabundo cualquiera y pasaran sin fijarse, al menos eso esperaba él, en su rostro. El tiempo pasaba despacio y ya había dado cuenta de casi todas sus provisiones de rama. También se había escuchado un par de veces la cinta que llevaba en su maltrecho walkman. La tensión del encargo que lo había llevado hasta allí era lo único que lo mantenía alerta. Eso y los escalofríos que de cuando en cuando lo sacudían, ya que después de pasar varias horas a la intemperie su cazadora de cuero y su gorro de lana empezaban a ser insuficientes para protegerlo del frío. Dio otra calada y aplastó el canuto en el suelo.

Se concentró entonces en su respiración, en el vaho que salía de su boca y que se desintegraba poco después de entrar en contacto con el crudo invierno de Nueva York. La mayoría de las ventanas del vecindario estaban iluminadas, pero no creyó que nadie fuera tan tonto de estar asomado a ellas cuando podían estar viendo la televisión o teniendo una riña familiar. Miró el reloj y comprobó que eran las ocho y cuarto pasadas. Si su informador no se equivocaba, su objetivo estaría a punto de salir de casa. A lo lejos escuchó los retazos de una conversación y algunas risas ahogadas. Debían de provenir de la cancha de baloncesto que había subiendo la calle. Muchos chavales de los alrededores solían frecuentarla para pasar las horas muertas fumando, echando unas canastas o midiendo sus capacidades para la improvisación.

'The Turnaround', de George Pelecanos: el precio de los errores

Pocos escritores tienen el oído de George Pelecanos para transcribir el habla de las calles, su mirada para captar los detalles de la realidad de los barrios desfavorecidos, y su sensibilidad para proyectar las aspiraciones y actitudes de quienes viven en ellos. Si acaso, los escritores con los que trabajó como guionista en 'The Wire', esa serie tan adictiva de la que poco más se puede añadir a todo lo que se ha dicho ya sobre ella.

Descendiente de griegos y nacido en Washington DC, Pelecanos cuenta en su haber con un buen puñado de novelas que dibujan un fresco de las entrañas de la capital yanqui. Creó al detective Nick Stefanos, pero sus personajes son aún más interesantes cuando son tipos de a pie, personas normales que afrontan la difícil batalla del día a día. Es lo que ocurre en 'The Turnaround'.

Esta novela es otro ejemplo de ese pasado cabrón del que hablaba en la reseña de 'Retorno al pasado'. La historia arranca en el año 1972 para presentarnos a un adolescente llamado Alex Pappas, aspirante a escritor que sueña con cambiar de vida y alejarse del negocio familiar, una cafetería, que en principio está destinado a heredar. Un día, sus amigos y él se emborrachan de lo lindo y entran en coche en uno de los barrios más conflictivos de la ciudad, Heathrow Heights, allí empiezan a lanzar insultos racistas contra todos aquellos que se cruzan en su camino. Desgraciadamente, llegan a un callejón sin salida y... entonces sí que cambia su vida de verdad, pero no como a él le gustaría.

jueves, 9 de junio de 2011

'Fargo', de Joel & Ethan Coen: un film gélido y embriagador


En Minnesota hace un frío del carajo. Muy cerquita de allí, al oeste del Estado, se alza la ciudad de Fargo. Allí también hace un frío del carajo. En invierno, la nieve arropa los bellos y amplios parajes de esta región al norte del mapa norteamericano, creando la atmósfera perfecta para la historia que decidieron contarnos los hermanos Coen con este film; una historia, por cierto, que en realidad no está basada en hechos reales, aunque así se diga al principio de la película, si bien toma su inspiración de un par de crímenes cometidos allí en las décadas de los 60 y los 70.

Uno de los personajes que soporta las inclemencias del invierno de Minnesota es Jerry Lundegaard (William H. Macy), un vendedor de coches que no anda precisamente en su mejor momento económico. La desesperación no es buena compañera de cama, y por su culpa el timorato Jerry contacta con dos indeseables matones para que secuestren a su mujer y luego repartirse el rescate.

Qué gran idea, ¿eh, Jerry? Pero tal vez deberías haberte informado un poco mejor antes de hacer la llamada. Haber sabido que Carl (Steve Buscemi) está más desequilibrado que un funambulista tullido, y que su compañero Gaear (Peter Stormare) además de ser un fumador irredento tiene una preocupante inclinación por los arrebatos violentos. ¿En serio quieres que estos dos tiparracos secuestren a tu mujer? En fin, tú mismo, al menos nos sirve a los espectadores para disfrutar de las fabulosas interpretaciones de Buscemi y Stormare, que se compenetran a la perfección en cada escena, sin necesidad de robarse protagonismo el uno al otro.

'Torpedo 1936', de Enrique S. Abulí y Jordi Bernet: el tipo más duro del 9º arte


Reseña publicada originalmente en Zona Fandom

Luca Torelli, más conocido como Torpedo, es el personaje de cómic que mejor recoge la herencia de los duros detectives de la novela negra americana de los años 30 y 40. Nacido en Italia a principios del siglo XX, tuvo que emigrar a Norteamérica debido a unos turbios asuntos, y desde entonces se gana la vida haciendo el trabajo sucio de todo aquel que tenga los bemoles de contratarle y el dinero necesario para poder hacerlo. Asesinatos, ajustes de cuentas, extorsiones… No hay servicio que no pueda cumplir nuestro dulce angelito.

Torpedo es un personaje frío, cínico y eficaz en su trabajo; no tiene reparos para meterle un balazo a quien se ponga en su camino, y además es capaz de hacerlo soltando alguna gracia mientras aprieta el gatillo. Él mismo es el narrador de sus historias, y nos las cuenta con la crudeza y el humor negro propios de los mejores escritores del género.

miércoles, 8 de junio de 2011

'Retorno al pasado', de Jacques Tourneur: sentando los cánones del cine negro


El pasado es un tema recurrente en las historias de corte noir. Un pasado bien cabrón y dispuesto a volver sobre el protagonista cuando éste menos se lo espera. Los errores pretéritos se pueden olvidar, esquivar, dejar atrás, pero nunca enterrar por completo. Y esta es precisamente la tesitura en la que se encuentra el prota de este filme, el ex detective privado Jeff Bailey, encarnado magistralmente por el lacónico Robert Mitchum, que rezuma clase y estilo en cada fotograma. Uno de los pocos autores capaces de hacer sombra a Bogart en las producciones de este género.

El caso es que Bailey lleva una vida apacible junto a su novia (Virginia Huston) como regente de una pequeña estación de servicio. Pero eso de comer perdices y sacar a pasear al perro en familia no es algo que dure mucho en esta clase de películas, así que un día recibe la visita de un matón de Whit Sterling (Kirk Douglas), mafioso que lo contrató tiempo atrás para localizar a una hermosa mujer llamada Kathie Moffet (Jane Greer). Una femme fatale como pocas que dejó su huella imborrable en el protagonista.

'Violetas de marzo', de Philip Kerr: un carismático detective en un ambiente hostil


Empezaré esta reseña quitándome el sombrero (de fieltro, claro, como los de la vieja escuela), porque Philip Kerr ha creado uno de los detectives más carismáticos de la novela negra contemporánea. Bernie Gunther es el nombre de esta criaturita a la que le ha tocado vivir en la época más convulsa de la reciente historia alemana, concretamente en los años que vieron el ascenso y posterior caída de los nazis.

‘Violetas de marzo’ es la primera de las seis novelas que ha protagonizado este personaje hasta la fecha, y su título hace referencia al término con el que los nazis se referían a todos aquellos advenedizos que se sumaron al carro del partido una vez conseguida su victoria. Nos encontramos en el año 1936, a medio camino entre las elecciones que supusieron el alzamiento del nazismo y la invasión de Polonia que desembocó en la 2ª Guerra Mundial.

martes, 7 de junio de 2011

'Out', de Natsuo Kirino: perturbadora dosis de realidad


‘Out’ supuso mi primer contacto con el universo de Natsuo Kirino, autora que ya ha sido encumbrada como una de las reinas de la literatura negra nipona. Un universo inquietante por su realismo, enmarcado en un Japón contemporáneo poblado por personajes complejos, fundamentalmente femeninos, que se ven arrastrados a los rincones más oscuros de la existencia a causa de su entorno y de sus propios errores. Escrita en 1997, ‘Out’ supuso el despegue internacional de Kirino, dejando boquiabiertos a lectores más allá de las fronteras de su isla natal. Y no es para menos.

En esta obra conocemos a cuatro mujeres que trabajan en el turno de noche de una fábrica de bento. La primera de ellas, que termina imponiéndose como protagonista principal de la novela, es una mujer de cuarentaytantos llamada Masako, llena de contrastes como un cocktail sol y sombra, pues su firmeza y autoridad conviven con el miedo y la inseguridad producto de una vida familiar alienada. Tenemos también a Yoshie, de edad similar a la anterior, currante y sumisa ante la vida que le ha tocado en suerte. Más joven que ellas, encontramos a Kuniko, frívola y regordeta, reina del arte de aparentar, envidiosa y bastante voluble. Por último tenemos a Yayoi, madre de dos hijos y esposa de un hombre aficionado a pulirse el sueldo en la priva y las salas de juego. De hecho, ella es precisamente el desencadenante de toda esta trama.