martes, 17 de diciembre de 2013

Habrá una cuarta novela de la saga 'Millenium'... sin Stieg Larsson


Se ha hecho pública, a través de un comunicado de la editorial Destino, la noticia de que habrá una cuarta novela de la saga 'Millenium'. Y no, no es que su autor, Stieg Larsson, haya regresado de la tumba para contarnos qué ocurrió con Lisbeth y con Mikael después de los hechos que narró en su última entrega: 'La reina en el palacio de las corrientes de aire'. Resulta que otro escritor sueco, David Lagercrantz, va a coger el testigo del universo desarrollado en sus novelas para escribir una historia nueva e independiente de la saga.

Tal y como podemos leer en la web de este autor, el tal Lagercrantz ha publicado un par de thrillers en su Suecia natal ('Fall From Grace in Wilmslow', 'A Swedish Genius'), así como algunos libros de no ficción, de entre los cuales, me inquieta especialmente el que tiene dedicado al futbolista Zlatan Ibrahimovic. ¿De verdad un autor así, que huele de lejos a mercenario literario, es el más indicado para proseguir una saga noir tan exitosa como la de Stieg Larsson? Y por encima de todo, ¿por qué no dejan descansar en paz el legado del escritor? Imagino que a estas alturas ya se habrán llenado suficiente los bolsillos tanto la editorial, como sus herederos (los familiares con los que no tenía especial relación y que se quedaron con todos sus derechos dado que Larsson no estaba casado con Eva Gabrielsson, quien fuera su pareja durante 32 años).

Sea como sea, parece que el mayor mérito de Lagercrantz para escribir esta cuarta entrega sea el de vivir en Södermalm, el barrio de Estocolmo en el que también vive el protagonista de 'Millenium'. No es gran cosa, ya, pero a algunos parece bastarles. Está previsto que esta cuarta novela vea la luz en agosto de 2015, diez años después de que se publicara en Suecia 'Los hombres que no amaban a las mujeres'. En principio, Destino será la editorial encargada de traer el libro a España y Latinoamérica.

Igual nos terminamos llevando una sorpresa, pero no espero nada bueno de esta noticia. Larsson tampoco fue el gurú de la novela negra que se dice por ahí, pero no por ello deberían dejar de respetar su legado literario para que la gallina de los huevos de oro vuelva a florecer.

lunes, 16 de diciembre de 2013

'Legado en los huesos' de Dolores Redondo: un paso adelante en la trilogía del Baztán

Dolores Redondo nos dejó boquiabiertos a los aficionados del género negro con su debut literario. 'El guardián invisible', primera entrega de la trilogía del Baztán, era una novela absorbente e intensa, con una fabulosa ambientación donde se difumina la línea entre lo real y lo fantástico, y con una protagonista carismática y profundamente humana: la inspectora Amaia Salazar. Entre estremecidos y asombrados, los lectores llegamos al final de aquella obra que ya adelantaba algunos de los hilos argumentales que dan forma a esta nueva entrega, 'Legado en los huesos', que arranca con el suicidio en prisión del asesino de la joven Johana Márquez, quien deja una enigmática nota dirigida a Amaia. En ella solo se incluye una palabra: "Tarttalo".

Apenas han pasado unos meses desde los hechos ocurridos en 'El guardián invisible' (tanto en el tiempo narrativo como en la realidad, ya que la primera novela se publicó en enero y la segunda ha llegado en noviembre), pero los cambios han sido notables. Para empezar, Amaia ha sido madre y con ello su vida ha pegado un vuelco. Ahora debe lidiar con la responsabilidad y las dudas inherentes a la maternidad, enmendar a través de esta nueva posición los horrores que cometió su madre con ella durante su infancia, y hacer convivir todo ello con el desempeño de su labor profesional.

Pocos personajes pegan una evolución tan fuerte de una novela a otra, y gracias a ello Amaia nos sigue fascinando tanto como si la conociéramos por primera vez. Lo mismo ocurre con el entorno, el valle del Baztán, del que conocemos nuevos detalles sobre su pasado y folklore al entremezclarse con el caso (en realidad, dos misterios en uno) que Amaia y su equipo comienzan a investigar. Por un lado, los asesinos suicidas que firman como "Tarttalo" antes de quitarse la vida; por otro, la profanación de una iglesia que podría estar relacionada con unos antiguos habitantes del valle. Y mientras todo eso se va desarrollando, el pasado de Amaia volverá a despertar de su letargo para protagonizar algunos de los pasajes más escalofriantes de la obra, como ya ocurriera en 'El guardián invisible'.

No es habitual que una obra de este tipo ponga de acuerdo a lectores y críticos, pero en este caso las alabanzas llegan de ambos frentes. Y es justo decir que son merecidas. Dolores Redondo ha sabido asimilar la esencia de thrillers literarios y cinemtográficos de la talla de 'El silencio de los corderos' y 'Se7en', aderezarla con su propia personalidad, descubrirnos la magia que se esconde entre los paisajes del norte de la península y redondear la jugada con uno de los mejores (por no decir el mejor) personajes femeninos de la novela negra actual. Por si fuera poco, con 'Legado en los huesos' ha estado a la altura de las expectativas que nos formamos con la primera entrega y abre el camino para el potente enfrentamiento final que se atisba para su tercera parte. Aún quedan misterios por desvelar, miedos a los que enfrentarse, leyendas que desentrañar, y todo apunta a que 'Ofrenda a la tormenta' (así se llamará la próxima obra) volverá a dejarnos boquiabiertos.

martes, 26 de noviembre de 2013

'Old Boy': ¿quién puede odiarte tanto como para encerrarte durante diez años?

Dentro del seinen, que así es como se conoce en Japón al manga creado para lectores adultos, podemos encontrar muchas y muy buenas historias de intriga y suspense. Ya uno de los pioneros del cómic japonés, Osamu Tezuka, cuenta en su bibliografía con obras de este género entre las que destacan 'MW' o 'El libro de los insectos humanos', ambas publicadas en España. No obstante, quizá sea Naoki Urasawa el autor que más éxito ha cosechado con sus thrillers entre el público occidental, sobre todo con 'Monster', que ningún buen aficionado al género se debería perder. Sin embargo, hoy vamos a hablar de una obra un poco anterior, que se publicó en Japón entre 1996 y 1998, y que ahora vuelve a estar de actualidad gracias a una nueva adaptación cinematográfica.

'Old Boy' es el título de esta obra creada por el guionista Garon Tsuchiya y el dibujante Nobuaki Minegishi, que fue adaptada al cine en 2003 por el surcoreano Park Chan-wook (con notables cambios en el desarrollo de la trama y el desenlace), y que ahora ha vuelto a ser llevada a la gran pantalla, esta vez bajo la batuta de Spike Lee, con un filme que se estrenará en España el próximo 5 de diciembre. Aprovechando la coyuntura, nos encontramos ahora con una reedición del manga original, que se publicó originalmente en ocho tomos ya descatalogados y que ahora se presenta en tres gruesos volúmenes dentro de la línea DeBolsillo.

'Old Boy' cuenta con un arranque de lo más enigmático: Shinichi Gotō, un joven publicista, es puesto en libertad después de pasarse diez años encerrado en una diminuta habitación. Una década durante la que un televisor ha sido su única compañía y su único contacto con el exterior, a excepción de un guardián que se encargaba de darle la comida. Una vez en la calle, llega el momento de intentar dar respuesta a todas las preguntas surgidas durante su cautiverio, ya que no sabe quién lo encerró ni qué retorcida razón le pudo llevar a hacerlo.

Los autores desarrollan esta premisa durante los 79 capítulos que componen el manga, dosificando muy bien la intriga, las respuestas, y consiguiendo que el lector se sienta tan desconcertado como el propio protagonista. La búsqueda de Gotō se termina convirtiendo ante todo en un viaje a través de su pasado, que a priori no parece ocultar demasiados rincones oscuros, pero del que sin embargo procede el siniestro personaje que le arrebató la libertad durante tanto tiempo. De este modo, a base de giros y sorpresas en los acontecimientos, iremos avanzando en la trama hasta su resolución, logrando en conjunto una intriga inteligente, en la que solo algunos giros finales pueden resultar un poco más forzados.


El peligro de esta clase de historias es la enorme dependencia que tienen con respecto a su desenlace. Por suerte, los autores no centran todo el interés de la obra en su resolución y en las respuestas a los enigmas, ya que las reflexiones que encontramos por el camino sobre la naturaleza humana, especialmente en lo que respecta al malo de la historia, dotan de un valor añadido al desarrollo. Ello no impidió que el desenlace provocara cierta polémica entre aquellos lectores a los que la resolución final no les pareció lo suficientemente convincente. Para no reventar ninguna sorpresa, no entraré a analizar con detalle ese final, aunque sí debo decir que para asimilarlo hay que hilar fino, repasar el retrato psicológico de los personajes que se nos ha ido ofreciendo a lo largo de la trama y, por qué no decirlo, perdonar también algunas pequeñas inconsistencias que no estropean el conjunto, pero que quizá podrían haberse resuelto mejor.

Sea como sea, 'Old Boy' es un thriller de calidad cuya lectura recomiendo tanto si se es un habitual lector de manga como si no. Además de su trama, cuenta con un dibujo muy cuidado y rico en detalles, con un sentido de la narratividad que juega mucho con los silencios y los encuadres vistosos en las viñetas, dándole un aire de cine noir moderno que le hace irresistible.

lunes, 4 de noviembre de 2013

'Claire DeWitt y la ciudad de los muertos': la realidad onírica de Nueva Orleans

El debut literario de la detective Claire DeWitt parte de un conjunto de ingredientes muy interesantes. En primer lugar, el marco donde se desarrolla la acción: la ciudad de Nueva Orleans posterior al devastador paso del huracán Katrina. Además del rastro de desolación y miseria que dejó a su paso el huracán, caldo de cultivo irresistible para historias negras de este tipo, Nueva Orleans es de por sí una ciudad interesantísima por su trasfondo musical, sus tradiciones (en donde destaca el Mardi Gras, su peculiarísimo carnaval), el carácter de sus gentes y el hecho de ser un lugar donde conviven tantas etnias y culturas diferentes.

El segundo ingrediente destacado, al menos a priori, es la propia protagonista, una detective muy heterodoxa que no duda en servirse de las drogas, los sueños o incluso las enseñanzas del I Ching para avanzar en sus investigaciones y descubrir nuevas pistas. Un personaje singular que nos recuerda en más de un momento al agente Dale Cooper, protagonista de 'Twin Peaks', serie con la que esta novela guarda ciertas similitudes. Por último, otro interesante añadido por parte de la autora, Sara Gran, a la premisa general de la novela es la figura de un detective ficticio llamado Jacques Silette, cuyo libro sobre métodos detectivescos sirve de base a los procedimientos de Claire, y cuyos pasajes se citan de forma recurrente a lo largo de la obra, dejando algunas interesantes reflexiones sobre la figura del detective, los clientes y los crímenes.

Partiendo de unos elementos tan interesantes, cabría pensar que nos encontramos ante una innovadora muestra de novela negra actual, pero aunque originalidad no le falta, ni tampoco algunos aciertos, en conjunto esta 'Ciudad de los muertos' no termina de cuajar como una lectura redonda. El principal problema radica en el tono con el que la autora afronta la novela. No termina de decidirse entre el enfoque onírico y surrealista que veíamos en 'Twin Peaks', o el realismo crudo que trata de indagar en el statu quo de la Nueva Orleans post-Katrina al estilo de la serie televisiva 'Treme'. La autora intenta aunar ambos enfoques en la trama y a menudo lo único que consigue es descolocar al lector, que no termina de empatizar con los personajes ni engancharse al desarrollo de los acontecimientos.

No obstante, lo más negativo es el desarrollo del enigma en sí. Claire DeWitt acude a la ciudad para investigar la desaparición de Vic Willing, acaudalado fiscal de distrito que se esfumó sin dejar rastro tras el paso del Katrina. Arranca entonces una investigación que no hace más que dar vueltas sobre sí misma, dando una sensación de estancamiento, hasta que una deducción que Claire se saca de la manga, por las buenas, da un giro en los acontecimientos y acelera un poco el ritmo. Una cosa es que Claire utilice métodos poco convencionales en sus investigaciones, pero otra muy distinta es que alguna especie de deus ex machina la acerque a la solución sin que los lectores nos sintamos partícipes de los pasos que le han llevado a ella. Por si fuera poco, al menos eso me ocurrió a mí, el destino de Vic Willing me termina importando un pito, de modo que al alcanzar la resolución casi no me quedaban ganas de saber qué había pasado.

Por suerte, esta investigación se entrelaza con fragmentos del pasado de Claire, que ahondan en su formación detectivesca y en la desaparición de una amiga de la infancia que deja un hilo abierto para próximas entregas del personaje. Estos pasajes, junto con las reflexiones rescatadas del ficticio libro de Silette, nos dejan los mejores momentos de la novela, y nos permiten atisbar que tanto Sara Gran como su criatura, Claire DeWitt, tienen potencial. El problema es que en esta primera obra la mezcla de ingredientes variopintos no ha funcionado y nos deja con la sensación de ser un batiburrillo de ideas y conceptos a los que no ha conseguido dar la unidad y coherencia necesarias.

miércoles, 31 de julio de 2013

'El asesino hipocondríaco': un singular giro a las historias de asesinos profesionales

Descubrí la narrativa de Juan Jacinto Muñoz Rengel a través de la recopilación de relatos 'De mecánica y alquimia' (Salto de Página, 2009), la cual me sorprendió por su apabullante imaginación, la originalidad y variedad de sus ambientaciones, así como por la calidad de su prosa. De ahí que al descubrir la incursión de este autor en el género negro con 'El asesino hipocondríaco', no pudiera resistirme a leerlo.

El título ya nos pone sobre la pista de lo que nos vamos a encontrar: un asesino profesional que cree padecer todas las dolencias imaginables y que debe darse prisa por asesinar a su próximo objetivo, Eduardo Blastein, pues está convencido de que cada nuevo día que amanece será el último que le queda de vida. Comienza entonces una serie de peripecias al estilo del Coyote y el Correcaminos, donde nuestro protagonista pone en marcha toda clase de planes estrambóticos para acabar con la vida de Blastein, procurando siempre servirse de algún atenuante judicial para el caso de que fuera capturado y enjuiciado por el asesinato.

Esto desemboca en una serie de divertidos desencuentros en los que algo siempre sale mal en sus cuidadosos planes. Eso sí, aunque toda la trama está envuelta por un halo de humor inteligente, no hay que pensar por ello que se trata de una novela humorística al uso. Los toques de humor no son más que la guinda en una historia donde lo importante es el retrato psicológico de un personaje hilarante y llevado al extremo, que nos confirma el carácter voluble de la realidad y cómo cada cual podemos transformarla a nuestro antojo.

Ese retrato psicológico, así como la trama del asesinato de Blastein, vienen salpicadas por historias de célebres escritores y filósofos que guardan varios puntos en común con el protagonista; y uno de ellos es, precisamente, el de sus misteriosas y persistentes dolencias. Así, conoceremos las manías de Kant y de Proust, los calambres y espamos que asolaron a Byron, o los vértigos y mareos que atormentaron a Swift durante la redacción de 'Los viajes de Gulliver'. Breves pasajes que enriquecen el conjunto, sin llegar a entorpecer la principal línea argumental, y que también son presa de ese fino sentido del humor demostrado por el autor en el resto de la obra.

Todo esto convierte a 'El asesino hipocondríaco' en una novela negra a la que resulta difícil encontrar comparación, con una originalidad y erudición que no se encuentran fácilmente en el género. El punto negativo es que, ya avanzados en la novela, la historia comienza a dar vueltas sobre sí misma y llega un punto en que se echa en falta algún golpe de efecto, algo que rompa ese desarrollo que puede terminar por hacerse repetitivo. Cierto es que ese "eterno retorno" es algo intencionado (el propio narrador lo comenta en un punto de la historia: "Acabo de tomar conciencia de que mis esfuerzos por matar a Blastein parecen no llevar a ninguna parte, como si estuviera condenado a subir una roca a la cima de una montaña y siempre que estuviese a punto de lograrlo la piedra volviese a rodar hacia abajo hasta lo profundo del valle"), y el hecho de que la historia entre en un bucle continuo cobra lógica en el conjunto global de la obra, pero hay momentos donde la frustración del asesino puede llegar a alcanzar al lector, reduciendo un poco el interés por el devenir de la trama. A pesar de todo, en conjunto es una novela tan singular y divertida, que no puedo dejar de recomendarla a aquellos que busquen un soplo de aire fresco entre tanta lectura criminal.

jueves, 11 de julio de 2013

Llega la adaptación al cine de 'El hipnotista'


A un año de su estreno en su país de origen, mañana viernes llega a los cines la adaptación cinematográfica de la novela 'El hipnotista', escrita por un matrimonio sueco bajo el seudónimo de Lars Kepler. La obra arrancaba con el asesinato de una familia en Estocolmo, una masacre a la que solo sobrevive uno de los hijos: el joven Johan, de apenas quince años de edad. El caso es puesto en manos del detective Joona Linna, que decide contratar los servicios de un hipnotista para conseguir extraer un testimonio de Johan, ya que a causa de las graves heridas que padece, resulta imposible interrogarlo de una forma tradicional. Si queréis leer una reseña más amplia de la novela, podéis hacer clic aquí.

La película de 'El hipnotista' está dirigida por el sueco Lasse Hallström, que pese a no ser un cineasta muy ducho en thrillers, genera buenas expectativas al haber dirigido filmes tan interesantes (y varipintos) como 'Chocolat', 'Las normas de la casa de la sidra' y 'La pesca del salmón en Yemen'. Su puesto al frente de esta adaptación me anima a pensar que se fomentará el aspecto dramático de la historia original, la inmersión psicológica en los personajes, y eso precisamente le sentaría de maravilla a un libro como 'El hipnotista'. A partir de mañana podremos ver si el resultado estaba a la altura.

lunes, 24 de junio de 2013

'El caso del mayordomo asesinado', de Marco Malvaldi: cuando el humor y el misterio se dan la mano

Dicen que en la literatura policíaca, cuando se comete un crimen en alguna casa señorial, el asesino siempre es el mayordomo; en este caso, como podemos comprobar ya desde el título, el mayordomo está exento de cualquier posible sospecha ya que el pobrecillo es, precisamente, la víctima de este agravio. Con esta novela, el pisano Marco Malvaldi vuelve a asomarse a nuestras estanterías con los ingredientes que tan bien le funcionaron en su trilogía del Bar Lume (de cuya entrega 'El juego de las tres cartas' ya hablamos aquí), es decir: una ficción detectivesca cargada de humor, con una extensión breve y casos sencillos pero entretenidos.

Otro punto en común entre 'El caso del mayordomo asesinado' y las anteriores obras de Malvaldi es que esta también está ambientada en la Toscana. Lo que cambia es la época: con esta novela, el autor nos lleva a los últimos suspiros del siglo XIX, concretamente al año 1895, al castillo del barón de Roccapendente. Allí vive el barón rodeado de su peculiar familia, donde destacan sus dos hijos (uno, un libertino bobalicón, y el otro, un cultureta resabiado), su madre (de fuerte carácter, como toda matriarca de alta cuna que se precie), sus solteronas primas y su hija Cecilia, la única por la que el autor deja entrever cierta simpatía. Los demás son retratados con mucho sarcasmo y mala leche, como muestra de esa aristocracia chusca y decadente de la época.

A ellos hay que sumar la presencia de los sirvientes, que también jugarán un papel notable en la trama, y entre los cuales se encuentra Teodoro, el mayordomo cuyo funesto final ya conocemos de antemano. Por último, el castillo cuenta con la presencia de dos huéspedes: el señor Ciceri, fotógrafo profesional, y Pellegrino Artusi, personaje que existió realmente y que fue conocido por publicar a finales del siglo XIX un notable libro de recetas titulado 'La ciencia de la cocina y el arte del buen comer'.

Malvaldi combina todos estos elementos para dar forma a una novela donde el sentido del humor impera por encima de todo lo demás, y cuyo encanto se debe también a su divertida ambientación decimonónica y al regustillo a la literatura policíaca clásica que desprende el desarrollo del caso. El ritmo es ágil, el tono mordaz del narrador le aporta un plus añadido, y además cuenta con la extensión justa como para que podamos devorar el libro en un par de sentadas. Se trata, pues, de un plato ligero, pero nutritivo, y que te deja una sonrisa al terminarlo, por mucho que haya crímenes y asesinatos de por medio.

No obstante, y esto es algo que ya me ocurrió con 'El juego de las tres cartas', echo en falta un poco más de complejidad en el caso, más giros que alargaran el camino hacia su resolución y que de paso nos permitieran pasar más tiempo conociendo a los personajes. Teniendo en cuenta que Malvaldi ya es un autor con varias obras a sus espaldas, estaría bien que dedicara un poco más de tiempo a enrevesar la evolución de sus tramas. De esa forma, el resultado alcanzaría sin duda el sobresaliente. Sea como sea, 'El caso del mayordomo asesinado' es una buena forma de tomar contacto con la narrativa de Malvaldi y supone un oasis dentro del inquietante mundo del género negro, que nos demuestra que misterio y humor no tienen por qué estar reñidos.

lunes, 10 de junio de 2013

'Ojo con el Sordo', de Ed McBain: el policíaco en su más pura esencia

Un misterioso ladrón está desvalijando las casas de un vecindario sin dejar huella alguna de su paso, salvo un pequeño gatito que la policía siempre encuentra en el lugar de los hechos. Un joven aparece muerto, clavado a la pared de un cuarto de una casa okupa. Y un criminal reincidente, conocido como el Sordo, comienza a enviar una serie de enigmáticas pistas a los policías de la Comisaría del Distrito 87 para ponerles sobre la pista de su próximo robo. El discurrir de estos tres casos sienta las bases de la novela 'Ojo con el Sordo', obra del prolífico escritor Ed McBain, seudónimo bajo el cual Evan Hunter firmó muchas de sus obras.

Lejos de la complejidad de otras novelas negras contemporáneas, y sin entrar demasiado en la crítica social o la profundidad psicológica de los personajes, lo que McBain nos ofrece son los elementos del género policíaco en estado puro: un ritmo trepidante, una serie de misterios y pistas enigmáticas con los que alimentar el suspense, unos personajes arquetípicos pero efectivos, y diálogos ágiles con alguna que otra línea memorable. Ingredientes que McBain maneja con inteligencia y sin excesivas pretensiones, de forma que aunque sus novelas no dejen tanto poso como las de otros autores del género, sirven para recordarnos esa chispa que una vez nos hizo enamorarnos del noir.

El autor también demuestra su pericia al poner en escena a los distintos personajes que pueblan esta novela coral, todos ellos policías de la Comisaría 87. Con unas pocas pinceladas, McBain consigue que conectemos con los protagonistas (en este caso, los detectives Kling y Corella, sobre todo) y que nos resulten interesantes y cercanos, si bien para conocerlos mejor no queda otra que sumergirse en el resto de novelas de la serie.

'Ojo con el Sordo' es un libro de lectura ágil que, a pesar de no ser demasiado extenso, nos cuenta multitud de cosas. Te deja la sensación de haber visto un filme cargado de energía y de actitud, con escenas de gran impacto, en la que, sí, se podría haber ahondado más en los personajes o elaborar un poco más alguna de las subtramas, pero en realidad estaríamos haciendo flaco favor al verdadero objetivo del escritor: hacernos pasar un buen rato mientras nos asomamos a un pequeño fresco de la compleja realidad urbana de la ciudad de Isolda, la cual va desarrollando a lo largo del entremado de sus obras. Ideal para ratos en los que uno no quiera comerse mucho la cabeza y prefiera limitarse a disfrutar del genuino sabor del noir norteamericano.

jueves, 30 de mayo de 2013

'Perdida' de Gillian Flynn: nada es lo que parece

La publicación de 'Perdida' en nuestro país ha venido envuelta en un tremendo hype: muchos críticos han puesto la novela por las nubes, la hemos visto anunciada hasta en el costado de los autobuses urbanos y el eslogan que la acompaña no puede ser más directo: "No has leído nada igual". Sobra decir que esta, como toda sentencia publicitaria que se precie, resulta exagerada. Al fin y al cabo, la fortaleza de su protagonista femenina y el oscuro retrato psicológico de los personajes no conseguirán que olvidemos lecturas previas de otras autoras como Patricia Highsmith, Natsuo Kirino o Karin Fossum. Lo mejor, por tanto, es olvidarnos de todo ese hype y sumergirnos en la lectura de 'Perdida' sin ideas preconcebidas ni expectativas desmesuradas. De esa forma podremos disfrutarla y valorarla como lo que es: una novela que no viene a revolucionar el panorama noir, pero cuya calidad sí está por encima de la media.

'Perdida' nos cuenta la historia del matrimonio formado por Nick y Amy, ambos periodistas culturales que perdieron su trabajo a causa del cambio en el actual modelo de negocio periodístico (algo que también le ocurrió a la autora, que se vio de patitas en la calle después de pasar varios años como redactora para Entertainment Weekly). A causa de las nuevas dificultades económicas se ven obligados a mudarse desde Nueva York hasta el pueblecito natal de Nick, situado en Missouri (el estado donde también nació la autora, por cierto). La narración de la historia se la reparten entre Nick y Amy, la segunda a través de las entradas de un diario. Así, somos testigos de las idas y venidas de su matrimonio, hasta que los acontecimientos se desencadenan con la misteriosa desaparición de Amy.

Y hasta aquí puedo leer, ya que la novela cuenta con una trama tan bien planificada y desarrollada, que es mejor adentrarse en ella conociendo los mínimos detalles. De hecho, buena parte de su fuerza descansa en el giro radical que pega la trama a mitad de camino, y no son pocos los artículos y reseñas que he leído que, aunque no te lo destripan por completo, sí dan los indicios suficientes como para que te lo huelas antes de tiempo.

Por suerte, no nos encontramos ante una novela cuyo encanto radique tan solo en un puñado de tretas ingeniosas con las que despistar y sorprender al lector. La intriga creada por Flynn es la culpable de que devoremos con ansia la novela, sobre todo en su primera mitad, pero lo que de verdad nos deja poso es el retrato de las grandezas y miserias, tan humanas todas, de la relación de pareja entre Nick y Amy. La autora destripa el matrimonio y las relaciones amorosas con ojo crítico y un puntito de cinismo, sin buscar que el lector se case con un punto de vista determinado (el de Amy o el de Nick); antes bien, lo que consigue es que reflexionemos en base a nuestras propias experiencias sentimentales y que acabemos por no comulgar con ninguno de los dos, aunque lleguemos a comprenderlos incluso en muchas de sus bajezas.

La lectura de 'Perdida' me ha descubierto a una escritora interesante capaz de construir buenas historias, bucear en sus personajes y regar todo el conjunto con un sentido del humor bastante ácido. Solo por eso me alegro de haberla leído, sin necesidad de que haya roto por completo mis esquemas como nos promete su depredadora estrategia promocional. Mientras quedamos a la espera de su próxima incursión novelística, creo que algún día de estos me asomaré a alguna de sus obras anteriores, todavía inéditas en España, tituladas 'Sharp Objects' y 'Dark Places'. Espero encontrar en ellas la misma chispa que aquí.

martes, 26 de marzo de 2013

'Gataca', de Franck Thilliez: a caballo entre el noir y el thriller científico

'Gataca' es la continuación directa de la anterior novela de Franck Thilliez, titulada 'El síndrome E', con la que inició su particular investigación literaria sobre la violencia. Movido por la curiosidad de indagar en los orígenes y motivaciones de la violencia, en lo que hace que un ser humano normal pueda cometer actos terribles, y cuestiones similares que de una forma u otra suelen pulular por los terrenos del noir, el escritor francés nos ha dejado algunas de las mejores páginas de la novela negra contemporánea.

El atormentado comisario Franck Sharko vuelve a ser el protagonista de esta historia, acompañado una vez más por la también policía Lucie Henebelle, a la que conocimos en 'El síndrome E'. El arranque de la trama de 'Gataca' se debe al asesinato de una joven estudiante de biología evolutiva que estaba llevando a cabo una prometedora investigación sobre la posible existencia de lo que podríamos denominar como el "gen de la violencia". En paralelo, la desaparición de las hijas de Lucie, cuyos cabos sueltos acabarán por cobrar sentido conforme avance el desarrollo de la trama principal.

En esta ocasión, Thilliez ha potenciado algunos de los aspectos que ya dejó entrever en su anterior obra. Sobre todo lo que se refiere a la documentación previa de la novela y a una incursión en el terreno de la ciencia que resulta mucho más evidente en el caso de 'Gataca'. Reflexiones y teorías sobre la evolución, la influencia de ser zurdos o diestros en la sociedad, la antropología y la genética, se asoman a estas páginas dándole un tono al libro que termina por alejarlo del noir convencional para sumergirlo, aunque no de lleno, en el campo del thriller científico.

Ojo, no pensemos por ello que Thilliez se esté convirtiendo en una especie de pastiche de Michael Crichton o algo por el estilo, ya que la esencia policíaca de la saga de Sharko sigue patente. Eso sí, el drama y los conflictos internos de los personajes pasan a menudo a un segundo plano, siendo la investigación, y la luz que esta arroja sobre los orígenes de la violencia, las principales bazas de la narración.

Tal vez por esta razón 'Gataca' me haya gustado menos que 'El síndrome E', lo cual no quita que siga tratándose de una novela excelente. La originalidad de los planteamientos de Thilliez, sumada a su fuerza narrativa y al carisma que conservan tanto Sharko como Lucie, nos aseguran una buena lectura. Espero, no obstante, que el autor equilibre un poco más la alternancia entre ciencia y noir en su siguiente obra, 'Atomka', que ya espera en mi estantería al momento en que pueda pegarle un bocado. Pronto volveremos a hablar por aquí de Sharko...

lunes, 18 de marzo de 2013

'Nadie quiere saber': Petra Delicado se las ve con la mafia italiana

Si tuviera que colocar a Petra Delicado en un podio con los personajes femeninos que más me han llamado la atención en la novela negra española de hoy, la pondría en el segundo puesto. Por debajo de ella estaría la juez Mariana de Marco, con quien Petra comparte muchas similitudes de carácter, si bien están mucho mejor definidas en su caso; y por encima, la inspectora Amaia Salazar a la que hemos descubierto en la magnífica 'El guardián invisible', debido a que las emociones que despierta su historia son mucho más intensas. Y precisamente es una mayor dosis de intensidad lo que he echado en falta en este 'Nadie quiere saber'.

Parto de la base de que se trata de mi primer contacto con Petra Delicado, por lo que no voy a entrar a comparar esta entrega con las ocho novelas anteriores, aunque no resulta indispensable conocer sus antecedentes para meterse en la historia. En este punto de su vida, Petra se ha vuelto a casar y trata de lidiar la reapertura de un caso de asesinato que le endosan al inicio del libro, con la debida atención a Marcos, su nuevo marido, y sus tres hijastros. Si de algo puede presumir la autora, Alicia Giménez Bartlett, es de haber creado un personaje con muchísima personalidad en el que se cruzan las inquietudes y perspectivas vitales de cualquier mujer moderna que ronde la cuarentena. A pesar de su carácter fuerte, Petra termina por hacerse simpática y nos hace partícipes de los dilemas y emociones que le van asaltando a lo largo de estas páginas. Pero frente a este personaje de indudable carisma, se despliega un entorno que no me ha terminado de convencer. Empezando por el subinspector Garzón, que probablemente haga las delicias de muchos lectores, pero cuyo papel en la historia apenas pasa de ser el de contrapunto humorístico a Delicado. Tras tantas entregas de la serie, cabría esperar en él un poco más de profundidad. A ello hay que sumar que la forma de hablar de los personajes, así como el trato "de usted" que mantienen entre ellos en todo momento, me han hecho sentir en ciertos pasajes que el lenguaje y actitud de la obra están un poco desfasados, en discordancia con el evidente carácter moderno de la protagonista.

En lo que respecta al desarrollo del caso y de la investigación, el paso por Roma y la entrada del ispettore Maurizio Abatte hacen ganar puntos a la narración, así como la compleja red de circunstancias que rodean al asesinato del empresario textil Adolfo Siguán. La trama está bien construida y estructurada, prueba irrefutable de que la autora conoce bien el terreno en el que se desenvuelve, pero tiene como puntos negativos un desarrollo algo inflado en ciertos pasajes y un desenlace que te vas oliendo bastante conforme llegas a él. Si eres lector habitual de las andanzas de Petra Delicado, y por tanto ya estás hecho al estilo de su autora, seguramente la obra te guste. Al fin y al cabo, desde un punto de vista objetivo es una novela bien concebida y desarrollada. Si es la primera vez que te topas con el personaje, todo dependerá de tus gustos, pero es posible que te ocurra como a mí y que la lectura no te sorprenda demasiado.

lunes, 4 de marzo de 2013

'Roseanna' de Maj Sjöwall y Per Wahlöö: primera embestida contra el sueño sueco

El combo formado por Maj Sjöwall y Per Wahlöö fue el detonante de la evolución de la novela negra sueca a mediados de los 60. Por aquel entonces, el principal referente para los escritores policíacos del país seguía siendo el de los clásicos detectives británicos, moderados y arquetípicos, en cuyas historias la resolución del misterio y la identidad del asesino representaban su principal aliciente. Sjöwall y Wahlöö se propusieron ir más allá y, sin perder de vista la construcción de una intriga que sirva como motor de la narración, aprovechar el canal que supone la literatura para practicar el sano ejercicio de la crítica social.

Los años 60 fueron una década de prosperidad en Suecia, convirtiendo al país en un referente de eso que ha venido a llamarse estado de bienestar. Y aunque esa prosperidad era incuestionable en muchos aspectos, no es menos cierto que también había mucha suciedad entre bambalinas que tanto gobierno como sociedad se encargaban de barrer convenientemente bajo la alfombra. Esos resquicios oscuros se convirtieron pues en el objetivo de la saga de novelas protagonizadas por el inspector Martin Beck, del mismo modo que hoy día otros autores intentan sacar a relucir las miserias de sus respectivos países, como es el de caso de Henning Mankell y Jo Nesbo, por poner un par de ejemplos.

A la hora de escribir sus libros, Sjöwall y Wahlöö dirigieron su mirada al noir norteamericano en busca de inspiración. De ahí que su personaje, Martin Beck, resulte más humano, melancólico y contradictorio que los detectives a los que estaban acostumbrados en la Suecia de la época. Eso sí, tampoco estamos ante un calco de los detectives de Hammett o Chandler, ya que frente al cinismo o la dureza de aquellos, Beck responde más bien a la típica idiosincrasia sueca.

miércoles, 27 de febrero de 2013

'Frozen River': si la esperanza no llega habrá que buscarla


El entorno gélido y desolado de una pequeña población rural al norte del estado de Nueva York. Ray Eddy, una mujer madura que queda al cuidado de sus dos hijos cuando su marido se da el piro de casa para fundirse los ahorros en alguna sórdida mesa de juego. El vencimiento de una deuda que puede dejar a su familia sin la casa nueva con la que llevan años soñando. Y para redondear este explosivo cóctel vital, el fortuito encuentro con una mujer Mohawk, nativa de una reserva próxima, que se apropia indebidamente del coche de la protagonista.

¿El resultado de todo esto? Un drama intenso, conmovedor y profundamente realista que arranca cuando la falta de oportunidades empuja a Ray a traspasar los límites de la ley. En compañía de Lila, la mujer Mohawk, comienza a transportar ocultos en el maletero de su coche a varios inmigrantes, en su mayoría asiáticos, que tratan de cruzar ilegalmente la frontera del país. Todo para conseguir el puñado de dólares que necesita para conseguir aquella casa en la que ha depositado las esperanzas de un futuro mejor para su familia.

Courtney Hunt, la directora y guionista de esta película, aprovecha esta premisa para analizar hasta dónde puede llegar el amor de una madre y el sentido de la responsabilidad hacia sus hijos. A través de estos personajes, nos muestra cómo la desesperación puede conducir al crimen, un tema bastante habitual en las historias de género negro. Historias que a la postre resultan mucho más crudas que las tramas de policías y asesinos en serie, ya que no solo ponen al espectador ante la sordidez que a veces alcanza la vida real, sino porque nos lleva a pensar que, tal vez, en algún momento de nuestras vidas nos podría tocar encontrarnos ante un dilema como este.

Hunt concibió la historia de esta película durante sus visitas a la familia de su marido, que residía en Malone, un pequeño pueblo como el que nos presenta en el filme. Allí se enteró del contrabando que se realizaba desde una reserva Mohawk próxima, que tenía lugar cuando se congelaba el río Saint Lawrence. Una inestable capa de agua congelada como la que Ray y Lila tienen que cruzar para cumplir con sus encargos.

La estética y ambientación de 'Frozen River' recuerdan en muchos aspectos a las de otro estupendo thriller rural, 'Winter's Bone', con la diferencia de que aquel estaba protagonizado por una adolescente. Las dos son películas muy recomendables que sobrecogen por su crudeza y por la fortaleza interior, a pesar de las dificultades, de sus respectivas protagonistas. Ambas son, además, una prueba de que no es necesario anclarse en los habituales entornos urbanos para crear grandes historias de género.

lunes, 18 de febrero de 2013

'El guardián invisible': crímenes en un entorno de leyenda

En esta novela confluyen distintos elementos que, además de enriquecerla, contribuyen a distinguirla de los típicos thrillers de serial killers en los que muchas veces lo único destacable es el estrambótico modus operandi del asesino. Lo primero que llama la atención de 'El guardián invisible' es su ambientación, con la acción enmarcada en el valle del Baztán, al norte de Navarra. Una ambientación que además de ser sugerente, con sus frondosos e inquietantes bosques, también permite a la autora bucear en la mitología vasco-navarra para recuperar criaturas de las viejas historias populares como el basajaun. Así es precisamente como la prensa apoda al asesino de esta historia, que siempre escoge como víctimas a muchachas muy jóvenes. En la mitología, el basajaun era una criatura similar al Big Foot que actuaba como guardián de los bosques y de la pureza; aquí, sin embargo, parece capaz de los más cruentos crímenes.

El segundo punto fuerte de la novela es su personaje protagonista, la inspectora de la Policía Foral de Navarra Amaia Salazar. Una mujer fuerte, decidida y perspicaz, que a pesar de ello vive atormentada por terrores del pasado que proceden de lo más oscuro de su vida familiar. Ese pasado que vamos descubriendo conforme avanzamos en la lectura sirve no solo para aumentar la complejidad y el trasfondo del personaje, sino que además está hilado a la perfección de forma que termina teniendo un peso muy importante en el devenir de la trama.

Con esos ingredientes de base (la sugerente ambientación y un elenco de personajes atractivos), solo falta un detalle para terminar de redondear la obra: la intriga. Una intriga que nos mantiene aferrados a la lectura y que la autora consigue dosificar con pericia sin caer en el efectismo ni en engaños al lector. Los giros en la historia se van sucediendo de forma natural y, aunque en la recta final ya nos vamos oliendo con tiempo el desenlace, eso no impide que disfrutemos hasta el último momento de la investigación.

'El guardián invisible' ha cosechado un notable éxito en multitud de países e incluso han comprado ya los derechos para una adaptación cinematográfica. En casos así, cuando un libro tiene tanta relevancia antes incluso de llegar a las estanterías, tendemos a desconfiar un poco y a temer que no se trate más que de un simple hype promocional. Pero lo cierto es que una vez leída, comprendes que su éxito es más que merecido y no te queda otra que esperar con ganas la segunda entrega de la inspectora Salazar. Y si tuviera que quedarme con algo de esta novela, sería con el hecho de que es la prueba de que en nuestro país hay muchos lugares llenos de magia y misterio que funcionan a la perfección en el contexto de la novela negra, y que aún quedan muchas viejas leyendas populares por descubrir, capaces de seguir inquietándonos igual que cuando éramos pequeños.

martes, 5 de febrero de 2013

'Castilla Drive', de Anthony Pastor: gélida, estática y atmosférica

'Castilla Drive' es la cuarta novela gráfica de Anthony Pastor, la primera de sus obras que ha sido traducida al castellano y que además le ha valido el premio Polar de la reciente edición del salón del cómic de Angoulême. La historia nos traslada a la localidad norteamericana de Trituro, un lugar poco acostumbrado a las inclemencias del tiempo en donde están teniendo la peor ola de frío que se recuerda. En mitad de sus calles nevadas y del depresivo ambiente que reina en la localidad nos encontramos con Sally Salinger, esposa de un detective que, tras la fuga de su marido, se queda al cargo del negocio y del cuidado de sus dos hijos. Mal que bien, se va apañando con los casos que le surgen, normalmente estafas o adulterios, sucesos que no impliquen un riesgo excesivo. Pero la cosa cambia con la aparición de Osvaldo Brown, apodado El Superviviente, que poco tiempo atrás recibió un balazo en una oreja y ahora teme que el pistolero vuelva para rematarlo.

Esta premisa le sirve al autor para sumergirnos de lleno en la vida de ambos personajes. Los dos tienen mucho en común, por más que le pese a Sally, tanto por los demonios internos con los que conviven como por su carácter retraído y taciturno. Osvaldo viene envuelto por el misterio del disparo que ha recibido, cuya resolución supone uno de los motores de esta trama. Pero acercarse y conocer mejor a Sally también resulta un ejercicio muy interesante, como reflejo de una mujer cuya vida se ha tambaleado peligrosamente y que no termina de decidirse por tirar la toalla o hacer acopio de fuerzas para seguir adelante. Lo mismo que nos puede ocurrir a cualquiera de nosotros durante las encrucijadas más difíciles de la vida.

miércoles, 30 de enero de 2013

'El caso de las dos ciudades': el inspector Chen contra la corrupción

En cada entrega de su serie dedicada al inspector Chen Cao, el escritor Qiu Xiaolong aprovecha para abordar distintos aspectos de la realidad política y social de China, así como de los efectos que su historia reciente han tenido en el país. Por sus páginas planean hechos y acontecimientos como la Revolución Cultural de mediados de los 60, las protestas en la plaza de Tian'anmen, la emigración ilegal de numerosos chinos hacia Occidente o los tejemanejes políticos que se desarrollan en el Gigante Asiático al amparo del Partido Único.

La visión de Xiaolong es crítica, como no podía ser de otro modo (no en vano, él mismo tuvo que exiliarse en EE.UU. para no ser perseguido por disidencia), si bien lo hace de una forma elegante y nada panfletaria, a través de las contradicciones que anidan en el carácter de su personaje. El inspector Chen no comparte el modo de actuar de muchos de sus superiores, siente impotencia al ver cómo muchos de sus casos se quedan sin resolver para que no afecten a las altas esferas por sus posibles implicaciones, pero al mismo tiempo siente orgullo por su país y sus tradiciones, sueña con ver una China mejor, y no duda en defender el sistema frente a aquellas críticas que no considera acertadas.

En 'El caso de las dos ciudades' que hoy nos ocupa, la cuarta entrega de la serie, Chen recibe el encargo de investigar una trama de corrupción propiciada por las recientes reformas económicas que han tenido lugar en el país. Nos encontramos a mediados de los 90, época de apertura en China hacia Occidente, en la que el capitalismo comieza a desplegar algunos de sus tentáculos por el país. Se fomentan los negocios e iniciativas privados, desembarcan productos que hasta entonces habían sido un símbolo inequívoco del enemigo (como la Coca-Cola), las empresas públicas comienzan a decaer, y en medio de todo ese barullo de cambios, hay muchas "ratas rojas" (como las llaman en el libro) deseando sacar tajada.