jueves, 30 de junio de 2011

Siete razones para flipar con 'Seven'


La figura de los asesinos en serie se ha paseado por infinidad de películas norteamericanas, cosa que no es de extrañar en vista de la cantidad de psicópatas que han surgido de la tierra del Tío Sam, así como por la fascinación que despiertan entre el público.

De todas estas películas, y aun a riesgo de dejarme otras obras de gran calidad, si tuviera que quedarme con una sola, la elegida sería 'Seven'. Sin duda. Son muchas las razones que justifican el visionado y revisionado de la cinta que David Fincher estrenó en 1995, pero para mantenernos fieles al título, vamos a quedarnos hoy con siete de ellas.

1. Por todos y cada uno de los pecados capitales: qué os voy a decir, pecar nos encanta, y si son capitales, mucho mejor. Gula, lujuria, ira... a cual un pasatiempo más saludable y divertido. Ahora bien, desde que vimos lo que le puede pasar a quienes incurren en estas faltas, tal vez nos lo pensemos dos veces. Ahí está una de las claves: que las víctimas sean personas normales y corrientes (bueno, el súper-gordo de una de las escenas quizá no sea tan normal), eso es lo que hace aún más inquietantes esta clase de historias.

2. Por su fotografía: Fincher ha contado con diferentes directores de fotografía a lo largo de su carrera, pero a todos ellos ha sabido sacarles el máximo partido, configurando atmósferas amarillentas, enfermizas, tenebrosas... En el caso de 'Seven', el trabajo de Darius Khondji es la guinda perfecta para terminar de congelarnos las entrañas en las secuencias más crudas.


3. Por el dúo protagonista: Morgan Freeman y Brad Pitt se entienden a la perfección en este filme. El primero se pone en la piel del típico detective veterano que, como se suele decir, ya ha visto de todo (menos lo que se encuentra en esta historia concreta). Por su parte, el guaperas de Brad es un policía más joven e impulsivo, que prefiere la leña a la meditación más reposada. Es uno de los típicos tándems de cine, poli novato/poli curtido, pero por mucho que se repita la fórmula, siempre funciona. El contraste entre sus personalidades y su forma de actuar nos aseguran entretenimiento durante todo el metraje.

4. Por Kevin Spacey: sólo sale en una pequeña parte de la peli, pero cuando él está en pantalla te olvidas de todo lo demás. El monólogo que se marca en el coche de policía debería pasar a la historia del cine (si no lo ha hecho ya). Y oye, tampoco voy a negar que Spacey es uno de mis actores favoritos. Basta verle en pelis como 'K-Pax', 'American Beauty' o 'Sospechosos habituales' (de la que algún día hablaré por aquí) para entender por qué.


5. Porque no hace concesiones: ni arrepentimientos de última hora, ni finales edulcorados, ni escenas bonitas para suavizar el ambiente. 'Seven' te suelta un par de sopapos y te los suelta de verdad; su mensaje es desesperanzador, pero aun así volvemos a por más. Así de masocas somos...

6. Porque es la mejor en lo que hace: como decía al principio, son muchas las películas de asesinos en serie que han surgido después de 'Seven': 'El coleccionista de huesos', 'Resurrección', 'El coleccionista de amantes', 'Identidad', la interminable saga 'Saw'... Y aunque las hay muy buenas, pocas impactan tanto en un primer momento como el filme de Fincher.


7. Porque además tiene un cómic: pues sí, un cómic que se incluye en las ediciones especiales de la peli que se han editado en España (aunque sin traducir al castellano). Es una obra realizada por diferentes autores que complementa lo narrado en la película, al centrarse en la vida de las víctimas del asesino en los días previos a los crímenes.

2 comentarios:

  1. Amo ésta película. Me atrevería a decir que es mi favorita. Es arte.

    Ahí tienes mi comentario. Me ha gustado tu entrada, un saludo. ;)

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  2. Me alegro de que te haya gustado. 'Seven' también se cuenta entre mis pelis favoritas, junto con 'Pulp Fiction' y alguna más...

    Un saludo y gracias por comentar!

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