lunes, 18 de julio de 2011

'Ojos de agua', de Domingo Villar: Galicia se viste de negro

La mágica Galicia como telón de fondo. Una torre residencial junto a la playa. Un muerto, asesinado, y saxofonista para más señas. Un misterio que empieza a tejerse envuelto por acordes de jazz y que deberá ser resuelto por el inspector Leo Caldas.

Como tantos otros policías de la novela negra, Caldas es un personaje melancólico y solitario, que recuerda en muchos detalles al Pepe Carvalho que nació de la pluma de Vázquez Montalbán, y como detalle curioso, además conduce un consultorio radiofónico. Pero lo más destacable de Leo Caldas es que es gallego hasta la médula, de esos que, como reza el dicho, si te lo encuentras en una escalera no sabes si sube o si baja.

Su personalidad es uno de los principales atractivos de 'Ojos de agua', la primera novela de Domingo Villar. Más aún cuando se muestra en contraposición al carácter de su ayudante Rafael Estévez, aragonés de pura cepa. El contraste entre ambos los convierte en un tándem divertido, entrañable y, sobre todo, muy efectivo.


En lo que respecta a la trama, Villar construye un enigma interesante que pierde algo de fuelle hacia la mitad de la lectura, pero que con posteriores giros en el desarrollo consigue remontar hasta dejarnos un muy buen sabor de boca. No deja de ser, en cualquier caso, una primera aproximación a la figura de Leo Caldas y a la Galicia contemporánea que retrata el autor, por lo que sin duda lo mejor está todavía por llegar.

Veremos si estas expectativas se cumplen con la segunda entrega del inspector vigués, titulada 'La playa de los ahogados'. Un libro que aún no he tenido ocasión de leer, pero que el próximo mes de septiembre tendrá su edición en bolsillo, por lo que será un buen momento para hacerse con él.

Título: Ojos de agua
Autor: Domingo Villar
Editorial: Debolsillo
Precio: 7.95 euros

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