El autor, Emilio Calderón, parte de una concienzuda documentación para mostrarnos cómo era el Japón de posguerra. De esta forma, asistimos a la evolución política y social que ha terminado desembocando en el país moderno y tecnológico que conocemos hoy. Pero ante todo, conocemos cuál fue la situación de los "atomizados", nombre que se adjudicó a los supervivientes de las catástrofes de Hiroshima y Nagasaki.
Personas que no sólo sufrieron por la pérdida de sus seres queridos y de sus posesiones, sino que también sufrieron el rechazo de sus compatriotas, ya fuera por miedo al contagio o a que pudieran transmitir las secuelas físicas y mentales de la bomba a sus descendientes. Personas olvidadas por el gobierno y las instituciones, decididos a cerrar viejas heridas y mirar al futuro sin importar quién pudiera quedarse por el camino.
Calderón rescata testimonios reales de algunos de estos supervivientes y los combina con situaciones de su propia cosecha. Esta mezcla de ficción y realidad es una de las principales características de la novela, en donde además de hechos históricos encontramos algunos personajes reales, como el escritor Yukio Mishima, que juega un papel destacado en la segunda mitad de la obra.
La trama arranca cuando el inspector de policía Ichiro Abe, un hombre de carácter persistente y tradicional, empieza a investigar el asesinato de ocho "atomizados" en un tren, varios años después de la caída de la bomba. ¿Qué sentido tiene asesinar a estas personas? La respuesta se encuentra en esta entretenida y recomendable novela.
Título: Los sauces de Hiroshima
Autor: Emilio Calderón
Editorial: Planeta
Precio: 20.50 euros
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