El año pasado escribí mis primeras impresiones sobre 'The Killing', una serie que empezaron a emitir en La Sexta y que me enganchó de mala manera; tanto, que no pude por menos que seguirla al ritmo de su emision yanqui. Esta semana la serie ha puesto su punto final, al menos en lo que respecta al caso de Rosie Larsen, con dos temporadas y 26 episodios en total.
A pesar de algunos altibajos, esta segunda temporada ha seguido manteniendo un nivel muy alto. Y eso que arrancó con cierto lastre, ya que no fueron pocos los espectadores que se sintieron "traicionados" o incluso "estafados" por el final de la primera temporada, que pegaba un giro en los últimos minutos y nos dejaba sin saber quién mató realmente a Rosie. A mí personalmente ese final me pareció sorprendente e intrigante, y me puso los dientes largos para ver los nuevos episodios.
La principal diferencia de esta segunda temporada es que ya no hay un baile continuo de sospechosos como había en los primeros episodios. Ahora la investigación va avanzando en una dirección más concreta. No obstante, aunque el crimen sigue siendo el motor principal de la trama, poco a poco 'The Killing' termina por configurarse como una serie de personajes.
Los giros de guión y los cliffhangers son importantes, pero lo que verdaderamente te atrapa es ver la evolución de personajes como Linden y Holder (la química de estos dos detectives es sensacional), Stan Larsen (el padre de Rosie) y el aspirante a alcalde Darren Richmond, cuya vida pega un vuelco desde el inicio de la 2ª temporada.
El aspecto negativo de esta temporada ha sido que, en realidad, podría haberse resuelto con algunos episodios menos. Dejar abierto el final de la primera temporada era una decisión de riesgo, no solo por la reacción que podrían tener los seguidores, sino porque quedaban muchos episodios por delante (13, nada menos) y la investigación ya iba muy avanzada. Esto ha supuesto que el ritmo se ralentizara un poco más y que en algunos episodios ocurriera más bien poca cosa. También se han introducido subtramas (como la escapada de Mitch, la madre de Rosie) que apenas aportan nada al conjunto final.
A pesar de estos altibajos por los que ha pasado, 'The Killing' sigue siendo una de las mejores series policíacas de los últimos años. El trabajo de los actores, el carisma de los personajes, la ambientación en un Seattle lluvioso y gris, la evolución del duelo en la familia de Rosie o la inestabilidad emocional de Linden, son algunos de los ingredientes que me han tenido enganchado hasta el final.
Y hablando del final, sin desvelar absolutamente nada, debo decir que me ha dejado satisfecho. Primero por lo inesperado (aunque se hubiera podido resolver un poco mejor algunos acontecimientos previos), segundo por su coherencia, y tercero porque te deja algunas reflexiones flotando en la cabeza. De hecho, el último episodio contiene la que diría que es la mejor escena de toda la serie (tendréis que verlo para saber cuál es).
Si nunca has visto 'The Killing', no lo dudes, empiézala cuanto antes porque no te defraudará. Y si eres de los que la dejó tras su primera temporada... ten un poco de paciencia, dale tiempo para que se vaya desarrollando y dime si, en el conjunto global, acaso no ha valido la pena. A los demás solo nos queda esperar que la serie renueve por una tercera temporada.
No la he visto, aún. Oí tanto a favor o en contra de la serie original como de la americana que ante la duda me abstuve. Supongo que tu hablas de la americana, voy a ver si me decido y le doy esa oportunidad que parece merecer.
ResponderEliminarSlds.
Sí, la versión de la que hablo es la americana. Pese a sus defectos y a que mucha gente la haya puesto a parir, a mí me parece una serie muy recomendable. Supongo que simplemente acabó siendo víctima de las altísimas expectativas que creó.
EliminarUn saludo y gracias por comentar!
Es genial esa serie.
ResponderEliminar